Peajes: Moyano digita su sucesora

Escribe Tania Salcedo

Lxs trabajadorxs, ¿cuándo deliberan?

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Facundo Moyano participó recientemente de una reunión de sindicalistas “sub 55”, convocada para el tratamiento de varios puntos, entre ellos, la democracia sindical y las perspectivas de género. La noticia tuvo mucha repercusión debido a dos elementos que, a nuestro entender, son bastante menores en relación a los problemas reales que nos aquejan a quienes vivimos de nuestro trabajo: las botellas de vino escondidas y un mantel violeta (color que alude a la lucha del feminismo), contrastante con la ausencia de mujeres en la mesa. Sin embargo, mucho más significativa que la participación o no de las mujeres de la Corriente Federal, lo que para nosotros importa fue la ausencia de trabajadores y trabajadoras en su conjunto a la hora de decidir el rumbo de sus propias organizaciones.

Moyano está convencido de su dedo seleccionador para marcar el rumbo de los trabajadores y trabajadoras del peaje, a pesar de que no trabaja en el peaje ni forma parte de la dirección del sindicato. El carácter antidemocrático de su trabajo sindical es notorio. Designa y da de baja según el momento político a una u otra propuesta. Hace 4 años con la idea de la renovación, el propio Facundo Moyano, designo a Sergio Sánchez como secretario general del gremio. A principios de este año éste tuvo que renunciar por sospechas de corrupción y fue apartado mediante un pedido de renuncia de parte del “número uno”. Ahora, ´Moyanito´ propone que una mujer sea la mandamás del sindicato. Esta idea de una mujer como líder del gremio no se sabe cómo se fraguará pero sí se sabe que es una elección personal del hijo del camionero más famoso. Moyanito maneja el gremio cual empresa.

Sin embargo, la organización de la mujer trabajadora es hostil a la perpetuación de una burocracia vitalicia, por la simple razón de que la democracia sindical, las reivindicaciones de la mujer y la organización de la mujer trabajadora para obtener satisfactoriamente todas sus demandas ponen en tela de juicio su propio liderazgo en el gremio de los peajes.

Las mujeres peajistas estamos afiliadas de a cientos al sindicato SUTPA. Contamos con una Secretaría de la Mujer, la cual está completamente desarticulada y vaciada. Sí: tenemos merchandising, lindas fotos los 8 de marzo con cartelitos, pero... ¿dónde se pone a debate nuestra agenda?

Las asambleas de trabajadorxs no tienen buró ni manteles

Los trabajadores y las trabajadoras del peaje venimos sufriendo una serie de ajustes fenomenales. A la desaparición del bono de fin de año, se le sumó una paritaria que está lejos de recomponer nuestro salario, y ni que hablar de la crisis de dirección a la que asistimos hace dos meses. Nuestro sindicato no tiene secretario general y varixs delegadxs han “renunciado” sorpresivamente. No se realizan asambleas y toda la información que tenemos nos llega por rumores o pasilleos. Con la excusa de la pandemia, hace ya dos años que no hay elecciones, y nada indica que estemos en vías de poder elegir democráticamente nuestros representantes.

Producto del revuelo, Facundo nos cuenta que el problema del sindicalismo argentino es la falta de mujeres que sean secretarias generales y entonces nos devela su plan: poner una mujer a dirigir el sindicato. Oportunismo político al palo para lavarle la cara a una burocracia que permite todos los días que se avance contra nuestras condiciones de vida.

La situación es bien clara: ni salarios, ni bono, ni condiciones laborales. Eso sí, una foto y un intento de cooptación; mejor dicho, de dulcificación, con jerga de género, para contener la crisis de un régimen completamente en descomposición que pone sobre la mesa una crisis humanitaria fenomenal (en el peaje son más de 30 lxs muertxs ya por el Covid).

Es necesario hacer un llamado urgente a toda la clase trabajadora y poner en discusión y tratar temas de agenda que urge que sean discutidos, entre los cuales se encuentran todos los reclamos de las mujeres: la construcción de jardines pre-maternales, el teletrabajo y el cuidado de los hijos, la violencia de género que día a día crece de manera exponencial dentro de la propia estructura gremial inclusive (a pesar de tener nuevas leyes, ministerios y más manteles violeta), las licencias por maternidad y paternidad, el salario, y todos los reclamos pendientes.

En el peaje las compañeras debemos ponernos a la cabeza de nuestros espacios, y poner a la Secretaria de Género al servicio de nuestras demandas.

Vamos por asambleas de trabajadoras y trabajadores, por democracia sindical, en defensa de nuestro salario y nuestra salud.

La unión entre las trabajadoras y los trabajadores será la herramienta más eficaz para conquistar las reivindicaciones de la mujer en el gremio del SUTPA en particular, y en el movimiento obrero en general. El nombramiento de burócratas mujeres no le dará un salto ni una perspectiva a esta importantísima lucha femenina, que es una lucha de la clase obrera en su conjunto.

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