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Ubicada al sur de la provincia de Neuquén, Villa La Angostura es un hermoso lugar turístico, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, que suele tener un turismo exclusivo y selectivo. Aquí tienen su segunda residencia personas de altos ingresos y personajes del ámbito político y empresarial del país. El valor de la tierra se ha ido incrementando en los últimos años, haciendo que no sea posible la vida aquí para la familia trabajadora que depende de su sueldo para subsistir. No hay terrenos accesibles y el derecho a la vivienda se tornó en un sueño imposible para la gran mayoría trabajadora. Los alquileres son altísimos y escasos, imposible conseguir viviendas a precios accesibles. Solamente trabajando la pareja es posible acceder a un alquiler decente, sumado esto a que muchos propietarios prefieren alquilar solamente en temporada, que es más rentable y la vivienda no se deteriora.
En ese marco, desde el gobierno municipal que en los últimos años se corresponde al partido provincial, Movimiento Popular Neuqino, se realizó un canje de tierras con un privado para realizar “loteos sociales” y las viviendas. Fue un gran negociado del intendente en ese momento y las viviendas aun no fueron entregadas todas y las que sí lo fueron, dejan mucho que desear y permanentemente los vecinos adjudicados denuncian graves falencias en las mismas.
La pandemia vino a poner al rojo vivo esta difícil situación de falta de viviendas en la localidad, ya que muchas personas fueron desalojadas por no poder pagar el alquiler y otras se les vencieron los contratos que tenían y no pudieron ser renovados, sumado a la gente que habitualmente llega a la localidad buscando un lugar con mejor calidad de vida para su familia. Se llegó a un cuello de botella imposible de resolver y los vecinos decidieron tomar tierras provinciales, pertenecientes al ISSN, (Instituto de Servicios Sociales del Neuquén) que es la caja de Jubilación y Obra Social del personal estatal y municipal de la provincia.
Esto sucedió a mediados del año pasado, hace ya diez meses. Los vecinos se autoconvocaron y se instalaron en ese predio en carpas, con sus familias, unas trescientas personas aproximadamente, y comenzaron a desfilar por los organismos municipales y de la provincia para solicitar alguna respuesta a su problemática. Solo tuvieron algunas promesas, otras veces ni eso, la indiferencia y la permanente amenaza del desalojo. Ellos decían en ese momento que su accionar era para visibilizar su difícil situación y buscar una respuesta del gobierno.
Comenzaron a construir precarias viviendas con sus propios medios y es aquí cuando el problema se agravó para las autoridades, ya que vieron en esta iniciativa amenaza de permanencia en el lugar, y el acto fue calificado como “usurpación”, y otros vecinos de la localidad, enojados con este proceder de los “sin techo”, reclaman mano dura de las autoridades y que se desaloje a los intrusos, juntan firmas en su contra.
La sociedad angosturense está dividida, como siempre lo está en conflictos sociales, y algunas personas y organizaciones sociales y políticas apoyan el movimiento de los vecinos sin vivienda, pero desde las personas que se arrogan la dirigencia de los mismos, se solicitó que no se los apoye, ya que “no quieren banderas políticas en su reclamo”. A si, llegamos al día de ayer 7 de julio, al mediodía personal del GEOP y la policía metropolitana acudieron al predio tomado y procedieron a cortar la luz y el suministro del agua, ante la resistencia de los vecinos afectados se procedió a la represión con balas de goma y gases lacrimógenos, incluso dentro de una vivienda donde había niños.
Desde Villa La Angostura, 8 de julio 2021.