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Cerca de 10 mil trabajadores componen el municipio; existen diversos tipos de contratación, pero el 80% de trabajadores son precarizados, entre planta temporaria, trabajadores contratados mensualizados, monotributistas (fijos) además de los cooperativistas nucleados en la municipalidad o contratados a través de movimiento sociales. Solo 2000 mil trabajadores se encuentran en planta permanente. El sector más precarizado es el de los cooperativistas: salarios que promedian $10.000, ausencia de aportes previsionales y cobertura social, entre otras. El pasado marzo, el intendente Garro anunció la incorporación de una porción de los trabajadores cooperativistas a la planta municipal (excluyendo a los mayores de 50 años), que venían prestando servicios en la ciudad.
Lo que en principio pareció ser un avance en las condiciones laborales, terminó con una propuesta de contrato trimestral (que está siendo investigado por irregularidades al igual que el desvío de fondos de las cooperativas) con un salario de apenas $12.000 de bolsillo, sin reconocimiento de una antigüedad que muchas veces supera los quince años y, por otro lado, su contratación implicaba la pérdida de la compatibilidad con otros programas sociales.
Las diferentes gestiones municipales de los últimos años, desde el actual intendente Garro, pasando por Bruera y Alak, han detractado los derechos laborales de los trabajadores municipales llevándolos a un escalafón salarial de los más bajos que existen. Las denuncias de ataque y aprietes por parte de funcionarios municipales en distintas dependencias a trabajadores municipales, se complementa con trabajo precario, inestabilidad laboral, salarios bajos y falta de elementos de protección personal.
Por otro lado, en la República de los Niños, alrededor de 90 trabajadores vienen trabajando en condiciones paupérrimas: sin gas ni agua potable, instalaciones eléctricas precarias, edificios sin mantenimiento y con filtraciones. Todo esto se ha agravado en el último año y se suman a las pésimas condiciones laborales, maltratos por parte de las nuevas autoridades, descuentos salariales compulsivos e injustificados, exposición a trabajos insalubres sin mínimos elementos de seguridad ni ropa de trabajo y ausencia de protocolos por Covid-19, que se pagaron con decenas de compañeros contagiados, entre otras.
La falta de compromiso oficial por la infancia se constata en otro sector, como es el del sistema educativo municipal: se trata del lugar de trabajo de cientos de docentes y auxiliares de las 38 instituciones para niños y niñas que están a cargo de la Secretaría de Cultura y Educación del municipio platense. Sus trabajadoras- docentes y auxiliares- denuncian serias irregularidades laborales de precarización e inestabilidad y que no cuentan con un estatuto que establezca sus derechos y obligaciones elementales; su actividad se rige por la ley 14.656 que da marco al empleo municipal en todo el territorio provincial. Los ingresos a cargos docentes, auxiliares, directivos, etc. no se realizan por concurso; sino que quedan a discrecionalidad de quienes tienen el poder de tomar decisiones.
Mientras Garro y su administración llevan adelante una política de vaciamiento y precarización, en la que se suma una escandalosa subejecución presupuestaria en áreas críticas como Salud y Desarrollo de la Comunidad, los trabajadores municipales y los platenses somos los que terminamos pagando las consecuencias. Otro sector, también de la niñez que debe promover, proteger y cuidar las infancias, se ve perjudicado por la política de Garro, donde sus trabajadores y trabajadoras denuncian una subejecución del presupuesto 2020, y una precarización en las condiciones laborales y la desarticulación de dispositivos y programas locales para la atención de niños y adolescentes en situación de calle.
Frente a las actuales condiciones urge llevar adelante un planteo unificado de las necesidades y condiciones laborales de todos los municipales, en las que se eleve una discusión por paritarias acorde al costo de vida, el fin de la precarización laboral, y el pase a planta permanente de todos los municipales contratados.