Escribe Alejandra del Castillo
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Este 26 de febrero se cumplen 14 años del crimen de Paulina Lebbos. Su caso conmocionó a la provincia de Tucumán no solo por la brutalidad del hecho sino porque desde un primer momento se montó un entramado de encubrimientos a los asesinos organizado por altos mandos de la policía y del Ministerio de Seguridad de la provincia, por fiscales y el propio gobernador, en ese entonces Alperovich.
Paulina era estudiante de la carrera de Comunicación Social. El 25 de febrero de 2006 a la noche salió a festejar con sus compañeras porque había aprobado una materia. Desde la mañana siguiente no se supo más nada de ella. Dos semanas después su cuerpo apareció en un descampado.
En las dos semanas que Paulina estuvo desaparecida, desde el Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras, dirigido por militantes del PO que hoy se agrupan en la Tendencia, se realizaron distintas marchas para exigir su aparición con vida. El Partido Obrero planteó en la Constituyente, que se había conformado en ese entonces, y donde tenía una bancada con dos convencionales presidida por Daniel Blanco, que se conformara una Comisión Investigadora responsable ante la propia convención. El planteo fue rechazado por casi la totalidad de los constituyentes.
A partir de ese momento, el escenario lo ocuparon las marchas multitudinarias que reclamaron el esclarecimiento del crimen y el castigo a los responsables y se constituyeron en una referencia para numerosos familiares que también reclamaban justicia por sus casos impunes. En ese contexto y bajo impulso del PO, se fue formando la formación de la Comisión de Familiares Víctimas de la Impunidad a la que luego se sumó activamente Alberto Lebbos, el papá de Paulina.
La lucha sistemática permitió ir derribando el muro de impunidad, pero aún no se ha podido dar con los ejecutores de la acción criminal.
Hasta el momento se hicieron dos juicios, uno a los policías que encontraron el cuerpo y que terminó con la condena a varios oficiales por encubrimiento. Luego contra Eduardo di Lellla, ex secretario de Seguridad de la provincia; Hugo Sánchez, ex jefe de la Policía de Tucumán; Nicolás Barrera, ex subjefe de la Fuerza; y Héctor Brito, ex jefe de la Unidad Regional Norte a los que se les dictaron distinto tipo de condenas.
Las sentencias de este juicio obligo a la renuncia de toda la cúpula de la policía del gobierno de Manzur, cuyos integrantes en el 2006 eran altos oficiales y por lo tanto participes necesarios del encubrimiento, mostrando el compromiso de todo el régimen político provincial, incluido el gobierno de Manzur, en la maquinaria de impunidad.
14 años de lucha permitieron llegar hasta aquí. Una lucha que debe seguir hasta llegar a los asesinos y responsables políticos máximos. También para que las condenas queden firmes, y vuelvan a la cárcel Di Lella, Sánchez y Barrera. Los dos últimos por ser amigos del poder tienen el beneficio de la prisión domiciliaria. También para que en lo inmediato se fije fecha para el juicio contra el exfiscal Albaca que tuvo escondida la causa durante siete años.
Durante el macrismo de manera demagógica se nombró dos veedores para puedan supervisar la causa, entre otras 30 causas paralizadas, que tenían de común denominador la participación del poder político provincial. Los veedores terminaron renunciando y realizando fuertes denuncias de connivencia del macrismo con el gobierno de Manzur en nombre de la gobernabilidad
Este 26 de febrero, la jornada tendrá lugar en el marco de la denuncia de abuso sexual sobre Alperovich. El pedido de juicio y castigo a Alperovich será una bandera de la jornada.
También la jornada confluirá con la rebelión de la docencia, de los trabajadores de la salud y estatales contra la suspensión de la cláusula gatillo, en cuyo marco se ha conformado una Coordinadora de Lucha frente a la necesidad de organizar una lucha de conjunto. La denuncia contra el ajuste y el ataque a los trabajadores estarán presentes.
Organizado por la Tendencia del Partido Obrero, se harán presente familiares de casos impunes de toda la provincia y del NOA en la perspectiva de reforzar la organización independiente del Estado y el desarrollo de un programa que plantee el desmantelamiento del aparato represivo, la elección popular de los jueces y su revocabilidad, y el apoyo a las luchas de la clase trabajadora contra las políticas de ajuste que han hundido a las barriadas y pueblos en la miseria.
Preparemos una gran movilización este 26 de febrero.