Escribe Germán Lavini
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La segunda marcha convocada por los obreros despedidos de AGL, realizada el 16 de julio pasado, reunió nuevos contingentes de trabajadores, asociaciones gremiales y organizaciones políticas, que fortalecieron con su solidaridad la jornada de lucha.
En el corte de calles, con concentración y acto frente al Ministerio de Trabajo, en el marco de la cuarta audiencia de mediación, la patronal y el ministerio han recurrido a nuevas maniobras con las que intentan desgastar la tenacidad de la respuesta de los trabajadores. Los trabajadores reclaman el dictado de una conciliación obligatoria, que retrotraería el conflicto por el período que se extienda la negociación con los trabajadores reinstalados en su puesto de trabajo y con el levantamiento de los salarios caídos. Por su parte, la patronal hizo la “propuesta” de reinstalar a sólo 4 de los 18 despedidos, lo que fue rechazado por los obreros, luego que serían 6 y, finalmente, luego de la audiencia, llamó a 3 de los trabajadores despedidos para que se presenten a trabajar esa misma tarde. Que la empresa haya pasado de ratificar los 18 despidos en la primera audiencia, a echar algo de lastre, sin duda, es fruto de la lucha, en un intento por desactivar la creciente movilización y medidas de los trabajadores, ofreciendo salidas parciales.
Hasta el momento tanto el gobierno de Perotti y el ministro de trabajo Pusineri no han hecho una sola declaración sobre el principal conflicto obrero que conmueve a los trabajadores de la provincia. La impunidad de la patronal de Caputto y Magnetto se apoya en la habilitación del gobierno que deja correr el accionar de la empresa, cuando están en juego la fuente de trabajo y el ingreso de 18 familias obreras. Mientras la patronal avanza en nuevas violaciones a toda normativa laboral, cuando además de vulnerar la prohibición de despidos en el marco de la emergencia sanitaria, ha incorporado a un grupo de empleados precarizados para suplir trabajadores de planta despedidos, procedimiento también vedado por ley, ya que una empresa que despide en pandemia no está autorizada a tomar nuevos trabajadores. Se debe implicar sanciones y multas a la patronal, pero nada de esto ha arbitrado desde su parcialidad expresa el ministerio de trabajo. El monopolio mediático Clarín-El Litoral pretenden justificarse alegando una situación de crisis que se contradice con el hecho de que ocupan a nuevos trabajadores para realizar tareas, pero se trata de una maniobra de lock out patronal para desmantelar la organización gremial interna de la fábrica. Esta operación ha sido avalada por el Estado.
Frente a la ingeniería anti obrera que operan en tándem la empresa y el Estado, los operarios han establecido que la lucha es hasta el final y por la reinstalación en sus puestos de todos los compañeros. En estos días se han sumado nuevas expresiones de solidaridad, de otros trabajadores, de juntas internas, gremios, sindicatos y federaciones de todo el país. Estas manifestaciones de apoyo robustecen la lucha. Este viernes movilizaron hasta las puertas del Ministerio, junto a los trabajadores de AGL, la CTA, el Sindicato de Artes Gráficas, choferes de colectivos, municipales de la Festram, el gremio de docentes universitarios ADUL, la Asociación de Prensa Santafesina, las agrupaciones docentes nucleadas en el "4 de Abril", el Foro contra la impunidad y por la justicia, trabajadores estatales, de la salud, residentes culturales, numerosas organizaciones de izquierda, que sumaron su presencia y voz a la marcha y acto, que dejó establecido el compromiso de todos de acompañar y seguir fortaleciendo esta lucha hasta el final, extender la solidaridad- que debe ser nacional-, llevar adelante nuevas acciones que golpeen los intereses la empresa en cada lugar y que fuercen la intervención del gobierno en el conflicto hacia los trabajadores. ¡Quebremos las maniobras con un enorme movimiento de lucha y solidaridad obrera, hasta ganar!