El gobierno porteño ratifica la presencialidad al 100% con Delta en puerta

Escribe Flor Palombo

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El gobierno porteño convocó a una reunión a los sindicatos docentes de la Ciudad en la que ratificó su determinación de que, a término del receso escolar, la presencialidad pasaría a ser del 100% de la matrícula escolar, en simultáneo, en todos los niveles educativos. Esto implica la convivencia de 30 personas, entre estudiantes y docentes, en el espacio reducido del aula, durante 4 horas diarias.

Además, serían rehabilitados los comedores escolares, lo que implica que los/as estudiantes se concentren en espacios con escasa ventilación y sin el tapabocas. Mientras, se profundiza la presión sobre las familias para que el regreso a la presencialidad total y se fuerza a docentes embarazadas y con enfermedades de riesgo a volver a trabajar físicamente luego de la primera dosis de la vacuna.

Con la tercera ola en puertas (advertida por el propio ministro de Salud de la Ciudad, quien dijo que era “inevitable”) y la variante Delta diseminándose en el país, el gobierno porteño borra de un plumazo los protocolos vigentes hasta ahora – los cuales, dicho sea de paso, siempre fueron “papel mojado”, ya que no había, hubo ni habrá ningún protocolo seguro en este contexto epidemiológico.

Eliminando las medidas de distanciamiento, las escuelas se convierten en una bomba de tiempo, luego de que su reapertura parcial detonara la ´segunda ola´. La historia se repite, esta vez, como tragedia: la presencialidad plena a partir de agosto no hará más que propiciar la llegada de una tercera ola, con gran fuerza. Como ya se ha señalado, la presencialidad escolar representa un riesgo no sólo para la comunidad educativa, sino para el conjunto de la población: dispara los contagios, propicia el colapso sanitario y fomenta la proliferación de nuevas cepas.

El colectivo Docentes contra la presencialidad y Familias por el retorno seguro elaboraron un comunicado que coloca estos aspectos, alarma sobre las consecuencias de la presencialidad y convoca a una concentración en Jefatura de Gobierno. Se suma al pliego de reclamos, también, la demanda de un aumento de emergencia de 50% para los/as docentes y un salario igual a la canasta familiar.

El 2 de agosto, además, la docencia porteña tiene por delante una jornada de paro por el “no inicio”, convocada por el sindicato Ademys. El mismo día, además, se realizará una asamblea docente abierta para discutir cómo seguir. Por todos estos reclamos, llamados al conjunto de la docencia porteña a adherir al paro y a sumarse a una asamblea que tiene por delante la discusión de la profundización de un plan de lucha para enfrentar esta política criminal de los gobiernos.

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