La lucha de los trabajadores de reparto

Escribe Joaquín Antúnez

Tiempo de lectura: 2 minutos

Los trabajadores de reparto del estado Nueva York están enfrentando una enorme lucha por el reconocimiento al derecho de organización y sindicalización, y el acceso a las más mínimas condiciones laborales como, por ejemplo, cobrar el salario mínimo equivalente al que determina la ley de dicho estado - 15 dólares.

Se calcula que existen 80 mil trabajadores de reparto registrados en por lo menos alguna “app” de reparto -Uber Eats, Grubhub, entre otras- siendo mayoría los inmigrantes latinoamericanos. No gozan de una jornada laboral regulada ni tienen seguro de riesgo para circular por una metrópoli como Nueva York.

Como en todo el mundo, los trabajadores de reparto figuran como “contratistas independientes” -aquí, en Argentina, como monotributistas-; de esta manera reciben su paga por servicio y no jornada. De esta forma, el salario depende de la cantidad de entregas realizadas, y no del tiempo empleado. De igual forma, el mantenimiento de las herramientas de trabajo corre por parte del trabajador, así como el gasto de combustible y arreglos que deban realizarse a sus vehículos particulares.

De acuerdo al New York Times, el salario de estos trabajadores ronda entre los 6,57 y 7,87 dólares por hora -incluyendo propinas-, cuando se traducen las entregas en tiempo de trabajo. La ley de Nueva York, en cambio, establece un salario mínimo de 15 dólares por hora. En 2003, el Partido Obrero planteó en la legislatura porteña el establecimiento de un salario mínimo local, que fue rechazado, en la comisión de Legislación del Trabajo, con el pretexto de que sólo puede ser de carácter nacional. Los trabajadores monotribustistas no cuentan con seguro laboral ni de ningún tipo, mientras sufren accidentes y robos cotidianamente.

El sector de reparto ha tenido un crecimiento exponencial en la pandemia, no solamente debido los cierres de restaurantes y comercios, sino como resultado de los despidos en otros sectores. Los inmigrantes representan el 49% de la fuerza laboral en Nueva York, pero el 54% sufrió la pérdida de su trabajo durante la pandemia.

Las condiciones actuales, según las propias empresas de entregas de alimentos, como ha sido recopilado por el Wall Street Journal, no alcanzan para volverlas rentables. La competencia dentro del rubro es feroz, por lo que buscan defender sus ganancias avanzando sobre las condiciones laborales.

Los trabajadores han conformado una organización llamada “Los Deliveristas Unidos (LDU)”; luchan por una ley que regule su situación laboral. El agrupamiento es impulsado por un grupo llamado Workers Justice Project (WJP), sin reconocimiento sindical.

La burocracia sindical del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SIES), que se encuentra bajo la tutela del partido demócrata, ha comenzado a operar dentro del WJP y la LDU para colocarla bajo su ala y contener la lucha. Reclaman la integración del trabajo de reparto en el ámbito del sindicato. los trabajadores de reparto sean reconocidos como afiliados a su sindicato La ley impulsada por esta burocracia no plantea, sin embargo, el pasaje del monotributismo a la dependencia, ni el reemplazo del pago por servicio al pago por hora o jornada. El descuento de la cuota sindical sería financiado por un aumento del precio del servicio. El SIES cuenta en Estados Unidos con más de 2 millones de afiliados.

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