Escribe Maxi S. Cortés
Una oportunidad para fortalecer la lucha por nuestros reclamos.
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La Fesprosa (Federación de profesionales de la salud de Argentina, CTA), con el acuerdo de 19 seccionales, resolvió para este 12 una jornada nacional de reclamos y una concentración en plaza Congreso, a las 10 de la mañana. Las seccionales de Bariloche y Santa Fe anunciaron paros de 24 horas para acompañar la protesta.
El reclamo central es el salario y el pase a planta de miles de trabajadores, actualmente con contratos precarios. De los 3.700 profesionales que trabajan en los establecimientos dependientes de la cartera de Nación, el 84% está precarizado y solo el 16% está en planta, denuncia Fesprosa. También denuncia que desde hace más de tres meses que el ministerio no informa fallecidos por Covid del personal de salud y reclama que se derogue la resolución 04/2021, que permite convocar a los trabajadores con comorbilidades licenciados.
Sin embargo, el gobierno se aprestaría a dictar un nuevo DNU “normalizador”, sobre la base del progreso del plan de vacunación. Esto significa el retorno al trabajo presencial para miles de trabajadores del sector público, dando luz verde al conjunto de las patronales para hacer lo mismo. Entre los sectores privados de la salud, rápidamente se ha convocado, con el acuerdo de la burocracia sindical ´celeste y blanca´, al retorno de los trabajadores administrativos que hasta ahora hacían trabajo remoto (home office). Sin embargo, el “progreso” del plan de vacunación que entusiasma a Fernández marcha detrás de la aparición de nuevas cepas: del 44% de la población vacunada, sólo el 20% tiene las dos dosis.
La jornada no puede ser más necesaria. La perspectiva de presencialidad total que ha impuesto Kicillof en las escuelas en la provincia de Buenos Aires y luego Larreta en la ciudad, marcan la agenda nacional de las grandes patronales de la industria y el comercio, incluso y a pesar de la circulación comunitaria de la variante Delta.
Carla Vizzoti, ministra de Salud, fue clara: “el indicador a considerar a partir de ahora será el aumento de las internaciones en terapia intensiva por Covid-19 y la ocupación del sistema de salud” (La Nación, 6/8). El retorno al trabajo presencial es política de Estado.
El personal de salud es consciente de este cuadro crítico. Luego de un año y medio de pandemia, los trabajadores han hecho una experiencia con el gobierno nacional y las gobernaciones. Las últimas paritarias impuestas desde arriba por las patronales privadas, la burocracia y el gobierno, del orden del 35 y 45%, han confirmado el desprecio y el maltrato hacia ´la primera línea´ de combate a la pandemia, que con estos aumentos en el mejor de los casos aproxima un salario mínimo de 80 mil pesos cuando las necesidades familiares mensuales en el país rondan los 120 mil. En peor situación se encuentran los tercerizados, monotributistas y precarizados con contratos temporales, quienes cobran salarios básicos mínimos de hasta 15 o 20 mil pesos, en algunas provincias. El gobierno y las burocracias adictas juegan con fuego al maltratar al personal de salud porque la bronca crece fuerte en las bases.
Esto se expresó con los cortes de calle, en la ciudad de Buenos Aires y todo el país, de los compañeros de Sanidad, a pesar del maniatado plan de lucha de Daer y la celeste y blanca. También en la contundente adhesión al paro dominguero que llamó la burocracia de Médicos Municipales antes de firmar la paritaria del sector. En Mendoza, Córdoba y Entre Ríos, los trabajadores también vienen de jornadas de movilización.
Por su parte, la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP) definió una acción el mismo día, en sintonía con los reclamos de la Fesprosa. Esta coincidencia es un avance. Por primera vez desde el inicio de la pandemia a contramano de los intereses mezquinos y de aparato de las conducciones, habrá una jornada unificada de protesta. Los trabajadores municipales autoconvocados del hospital Teresa Germani, de Laferrere, que forman parte de la coordinadora de salud de la zona oeste con los trabajadores del hospital Posadas y el hospital de Niños de San Justo, también se sumarán a la convocatoria luego de haberlo resuelto en asamblea.
En la ciudad de Buenos Aires, parte de las asociaciones gremiales de salud que articula el MST y que forman parte de “la mesa del Amba” con Cicop, han anunciado su apoyo y adhesión. Los trabajadores que se organizan en la asociación interdisciplinaria del hospital Moyano -que vienen de un corte de la avenida Brandsen, en el núcleo de los hospitales de salud mental-, resolvieron en asamblea acoplarse a la jornada Nacional con un corte en Entre Ríos y Caseros, a pocos metros de los hospitales Británico, Udaondo, Muñiz y Bonaparte (Ex - Cenareso).
Por su parte, el PO oficial, en una rivalidad de clave electoral dañina para los intereses de los trabajadores, ha militado en contra de la participación de la jornada, a través de su agrupación Naranja del Garrahan, en el contexto de un plan de lucha de los trabajadores del hospital que lleva más de un mes por la recomposición salarial y un convenio de trabajo propio contra la insalubridad. Tampoco han impulsado la jornada en la asamblea de Residentes y concurrentes, luego de la lucha contra el cierre de las concurrencias.
La jornada del 12A, como todas las jornadas que impulsa la Fesprosa tiene un profundo límite que le pondrá un coto a la expresión de los trabajadores. No está siendo impulsado ni trabajado con asambleas por la mayoría de las 19 conducciones seccionales provinciales. El mismo límite presenta la convocatoria anunciada por Cicop. Ambas conducciones apoyan políticamente al gobierno nacional.
Desde Tribuna de Salud (Tendencia) entendemos que estamos ante una oportunidad para poner un freno en cada hospital, en cada servicio, y abrir un debate entre trabajadores. Una oportunidad para asistir y reforzar cada herramienta de organización, a través de los sindicatos o de forma autoconvocada. Una jornada nacional, aún con estos límites políticos de sus direcciones, no dejará de exponer la crisis humanitaria que afrontamos los trabajadores de la primera línea. Esta tentativa de “aliviar” la tensión que recorre a las bases, dará lugar a una enorme fuerza que anida en el movimiento de lucha de salud (residentes y concurrentes de CABA, personal de enfermería autoconvocado de CABA y Gran Buenos Aires, la gran lucha de Neuquén).
Por el triunfo de la lucha de los trabajadores del Garrahan, por el rechazo y reapertura de la paritaria de salud en CABA – firmada por AMM y acompañada por la burocracia de Sutecba y federación de profesionales. Por los salarios de toda la primera línea del país, contra la precarización laboral y por una ley de enfermería que jerarquice y reconozca la profesionalidad de la disciplina para todo el personal.
Acompañemos la jornada de lucha este 12A y avancemos por una coordinadora nacional de lucha en salud.