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Ayer, en el programa de Antonio Fernández Llorente en C5N (14/9), Néstor Pitrola presentó su versión del balance electoral que hace el FITU. Pitrola aprovechó el espacio para pronosticar que las medidas que el gobierno va a tomar luego de las elecciones son “aspirinas”. Llamó al nuevo “bono de 5mil pesos para los jubilados en octubre”, como propone el Gobierno un “bonito”. En suma, prevé una atenuación del empobrecimiento, aunque mínima. Oficializó que el FITU se ha bajado del reclamo de un salario mínimo igual a la canasta familiar, para reivindicar un monto inferior a la mitad, de 60mil pesos, rozando la media del salario que gana hoy un trabajador ‘formal’. Lo mismo planteó para la franja de jubilados que cobra la mínima de 29mil pesos, e ingresos para los desocupados por debajo de ese nivel de pobreza. A esto llamó Pitrola “un giro copernicano”. El FITU liquida el salario mínimo igual a la canasta familiar, una reivindicación histórica en el marco capitalista, que está evaluado en 130mil pesos, y liquida otra reivindicación también histórica, el 82% móvil para los jubilados. Aunque en la lucha cotidiana se debe apoyar toda reivindicación de una masa moviizada, un partido revolucionario no puede amputar por ello su programa histórico. Ese trabajo liquidar hay que dejárselo a Grabois, Alderete o Pérsico.
En otro orden de cosas, Pitrola indicó que “podemos consagrar concejales en decenas de municipios de la Provincia (de Buenos Aires). Lo cual es un cambio del escenario político”. También podría ocurrir lo contrario o algo intermedio. Lo que no clarificó es con qué política apunta a conseguir ese resueltado, ante la crisis de gobierno creada por la derrota fulminante del FdT en las PASO, a manos de la derecha. Se desprende de aquí que seguirá con el slogan vacío de contenido – “la tercera fuerza”. El periodista no lo interpeló acerca de otro punto vital, toda vez que Pitrola representa al Partido Obrero oficial. El aparato de este partido sufrió derrotas descomunales en Salta (un bastión histórico) y en Córdoba, donde no logró los votos del Polo Obrero oficial. En numerosos distritos marchó a la cola del MST. El MST reclama integrar la lista del FITU en la provincia de Buenos Aires, donde obtuvo el 20% de los votos dentro de las PASO.
Una pregunta acerca cómo “conservar” el voto al FITU, mostró un escepticismo del periodista K acerca de las posibilidades de creccimiento electoral. Pitrola respondió que “Yo no comparto que el voto nuestro sea sólo enojo”, o sea que es también, en forma adicional, un voto con contenido político. Acerca de qué significa esto, destacó su carácter feminista, ambientalista y “renovador”.No conciencia de clase y socialista. La respuesta revela que el aparato del PO asumió sin medias tintas la condición de democratizante y posibilista de sus aliados. La crisis del Partido Obrero ha dejado de obedecer al “personalismo del grupo de Altamira”, sino a una diferencia de porte histórico. Nuestra corriente, Política Obrera, no posee, como se ve, el monopolio de destacar la diferenciación política que se manifestó en la reciente campaña – Pitrola también ha hecho su propiia contribución. Arribismo mata programa revolucionario.
Para Pitrola, “se ha resuelto una polémica en el Frente de Izquierda que se impuso ante las variantes divisionistas, el FITU ganó ampliamente y con un planteo de independencia política de los trabajadores”. No dice que, para eso, habilitó unas PASO que siempre rechazó – por ejemplo cuando la planteó Política Obrera antes de las primarias. Acostumbrado a la falsificación, no le contó a Llorente que, en el caso de Córdoba, aportaron su cuota al ‘divisionismo’ que atribuye al MST. O sea que Pitrola comparte el divisionismo que condena. Con relación al “planteo de la independencia política de los trabajadores”, sabe mejor que ningún otro que eso es falso, porque el FITU mismo y el PO oficial no reúnen esas características “independientes”. Lo ponen en evidencia los quórum otorgados a Capitanich para pagar la deuda y privatizar tierras; el voto para entregar a Boedo a la especulación inmobiliaria, con el pretexto de que prestó ‘oídos’ atentos a los anhelos de la hincada sanlorencista; o el voto que iguala anti-sionismo con anti-semitismo – y otros proyectos de leyes y declaraciones más. En Santiago del Estero, Política Obrera superó las PASO, lo que no logró el FITU, y en Salta obtuvo más votos que la facción del PTS y el oficialismo pitrolista local. En Santiago del Estero si pasamos. Donde el oficialismo del PO ganó la interna lo hizo con el PTS a la cabeza (salvo Chaco y Santa Fe). En los principales departamentos de Salta, Orán, San Martín y Metán, Política Obrera superó al FITU (que iba con un triple interna). En la gran elección en Jujuy el divisionismo se le coló por la manga: el MST superó el 20% en la interna, e integrará, por lo tanto, la rotación de una futura banca nacional.
Pitrola anunció “un plenario del clasismo”, con el objetivo de reforzar electoralmente al FITU. El objetivo del plenario es toda una confesión de oportunismo de baja categoría, en momentos que ha subido al primer punto de la agenda de la burguesía la ‘reforma laboral’. El derrumbe electoral del gobierno ha precipitado decisiones anti-obreras que se esperaban para después de las elecciones generales, incluso el acuerdo con el FMI. La transición ‘electoral’ se ha convertido en directamente política. Deja planteada la cuestión de un plan de lucha en medio del proceso electoral – como ya ocurre con las organizaciones sociales - en las cuales interviene el Polo Obrero oficial, y en las que intervendrá el Polo Obrero Tendencia. El plenario del clasismo se encuenta, de todos modos, en aguas de borrajas, porque no dice si participarán de él los otros grupos del FITU. De confirmarse está omisión, no pasará de ser una maniobra de aparato, con el fin de disimular el retroceso político del PO oficial en el FITU, donde teme convertirse, efectivamente, en “tercera fuerza”.
Pitrola agregó que “Tenemos que mostrarle al votante, al trabajador, al votante, a las clases medias, que no van a vivir mientras no haya un mercado interno y un salario igual a la canasta familiar”. “Un mercado interno”, Cuando Gabriel Solano repitió algo parecido, recientemente en Crónica, Guillermo Moreno, otro de los invitados al programa, le contestó: “te hiciste peronista”. El trotskismo de mercado que anunció Pitrola, es una señal definitiva de bancarrota política. “Nuestros legisladores con esta estrategia van a estar a favor de cada reclamo popular”, remató. Pitrola reforzó en su intervención el planteo ambientalista (“listas 100% ecológicas”), feminista (“listas 100% verdes”) y juveniles (“legalización de la mariguana”).