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El 21 de septiembre, día de la Sanidad en nuestro país, fue una jornada de lucha impulsada desde el sector público de la salud, que se expresó en tres acciones distintas en el centro porteño. La burocracia sindical de Sutecba, ATE y Sanidad, por su parte, estuvieron ausentes.
Por un lado, Fesprosa (Federación de Profesionales - CTA), que dirige algunas seccionales de provincia de Buenos Aires, incluyendo la Junta Interna del hospital Posadas, convocó a delegaciones de todo el país para movilizar desde el Obelisco hasta Plaza de Mayo. Participaron representantes de Tucumán, Salta, Río Negro, Chubut, Santa Fe, Reconquista, Chaco, Catamarca, San Luis y San Juan, entre otras provincias y localidades. La última vez que las seccionales del interior confluyeron en Buenos Aires fue hace tres años. Desde la tribuna, la dirección de Fesprosa reclamó la reapertura de las paritarias y anunció un plan de lucha que incluye un paro de 24 horas para este jueves y otro de 48 para la semana próxima.
Por otro lado, una delegación de trabajadores de ALE (Asociación de Licenciados en Enfermería) se movilizó al ministerio de Salud porteño para hacer entrega de 5.000 firmas recolectadas en su campaña por el pase a la carrera profesional de salud (ley 6.035) de los licenciados. Acompañó una delegación de la asociación de profesionales y técnicos del hospital Garrahan, quienes por su parte llevaron la denuncia de los descuentos salariales que han sufrido los trabajadores del hospital por los días de huelga por el reclamo de reapertura de su paritaria y nuevo convenio de trabajo. Los descuentos sufridos en agosto y septiembre llegan a 25 mil pesos en el caso de los trabajadores del fin de semana.
Ante la traición de la burocracia sindical de ATE y Sutecba, los trabajadores autoconvocados de la agrupación “Elefante Blanco” se concentraron en el Obelisco para montar una actividad de fotografía donde se recordó a compañeros fallecidos en pandemia, que denunciaron como muertes laborales. Los trabajadores reclaman también el pase a la carrera profesional para enfermería para todo el personal, no sólo los licenciados.
La jornada se desarrolló en un cuadro de agotamiento de los trabajadores de ´la primera línea´, olvidada y condenada a la más fuerte explotación laboral y miseria salarial. Quienes no olvidan y valoran son el resto de la clase. A su paso por diagonal Norte, la columna de la Fesprosa fue aplaudida por una delegación de obreros de vigiladores que les abrió paso.
Ha quedado en claro que tanto la oposición como el oficialismo defienden el próximo acuerdo con el FMI que significara un nuevo avance sobre la degradación de las condiciones de vida de las masas y los derechos de los trabajadores. La CTA, que ha sido cómplice del ajuste sufrido por los trabajadores, ha emitido un documento llamando al gobierno del nuevo gabinete a “enderezar el camino”. Un aviso de que por su parte no piensan modificar su traición a los trabajadores.
La jornada del día de la sanidad se desarrolló cuando tanto el gobierno de la ciudad y el gobierno nacional han dispuesto dar por concluida la pandemia de un plumazo. Han dado fin a las medidas de prevención, sin testeos y sin haber medido el impacto que va a tener la variante Delta.
La lucha de los trabajadores de la salud es permanente, como la de toda la clase obrera y atraviesa etapas, momentos de alza y baja, de acción y deliberación. Debe abrirse la deliberación en hospitales, sanatorios, clínicas y centros de salud para organizarnos en la defensa de nuestros derechos y contraponer un programa íntegro para la salud donde el salario del trabajador -mínimo igual al costo de la canasta familiar, hoy en 130.000 pesos - y la jornada de trabajo sean compatibles con las necesidades de los trabajadores y no con la agenda de ajuste del FMI, los grupos financieros internacionales, las patronales y los gobiernos de turno.
