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En el transcurso de las últimas semanas, el gobierno provincial anunció por diferentes medios que en Tierra del Fuego fue donde más puestos de trabajo se recuperaron a nivel nacional en el segundo trimestre del año. Con una tasa de desocupación del 9,9%, se ubicaría con 2,4 puntos menos que en el mismo trimestre del año anterior (unos 2.000 puestos de trabajo) y 0,3 puntos por encima del índice nacional. Para eso, tomaron los datos de la caída de la tasa de desempleo entre la población económicamente activa de los conglomerados Usuhaia-Río Grande, arrojados por el Indec.
Sin embargo, diversos medios ya se han encargado de desmentir los índices de desempleo. Ámbito señaló que “Un estudio reveló que la baja en la desocupación fue por el 'efecto desaliento' de los que buscaban trabajo”, ya que quienes perdieron las esperanzas de buscar trabajo ya no cuentan como desocupados. Otros medios remarcan que “más de la mitad de los empleos recuperados tras la pandemia son cuentapropistas o informales”.
Esto es importante para entender la situación fueguina, que se encuentra atravesando una crisis industrial que se está cobrando miles de puestos de trabajo. Podemos mencionar el caso de los compañeros de Digital Fueguina, cuya fábrica cerró hace más de cinco meses dejando 300 familias en la calle. El gobierno provincial recibió a una delegación de trabajadores en el mes de agosto con promesa de dar continuidad, con la fábrica New San, al acuerdo de trabajo a fasón que se estaba llevando adelante al momento de la paralización de las actividades entre los meses de abril y mayo. Hasta el día de hoy no hubo solución.
Tenemos la fábrica Ambassador Fueguina S.A., una fábrica de Ushuaia que desde el año pasado está cerrada y no hay ninguna solución para las familias que se quedaron en la calle. Los trabajadores de Ambassador expusieron en la legislatura su situación después de 15 meses de que dejaron de cobrar y que la empresa los deje en un estado de abandono total, reclamando por una solución laboral. Llevaron a cabo diversas acciones, que incluyeron cortes de calle y una ocupación de la planta.
Ahora la fábrica Brightstar Fueguina S.A. adelanta las vacaciones porque argumentan que se estarían quedando sin insumos y porque la empresa LG dejaría de producir celular en Tierra del Fuego (o sea en Brightstar). La empresa permanecerá cerrada al menos hasta diciembre, dejando un saldo de más de 300 operarios en la calle que pertenecen al gremio de la UOM. La facilidad de la empresa para actuar es gracias a la gentileza de los contratos basura que firmó el secretario de la UOM RIO Grande, Oscar Martínez, en el 2015 con la ex-gobernadora Ríos.
Brightstar fue absorbida por el grupo económico Mirgor. Éste mismo dejó en su planta a más de 600 operarios en la calle. Los trabajadores vienen padeciendo desde 2015 con los contratos basura que firmó el gremio de la UOM y desde 2019 por el acuerdo que hizo con la ex gobernadora Bertoni de no cobrar la paritaria durante dos años. Ante la ausencia del gremio, los trabajadores de cada fábrica se encontraron aislados para cada pelea. En los últimos meses el grupo Mirgor logró, a través del juzgado, quitarle el título de delegado a uno de sus trabajadores y luego lo despidió “con causa”. El delegado despedido se encadenó en la puerta del a empresa, ante la indiferencia de la patronal y el sindicato.
La crisis industrial en Río Grande se profundiza y las patronales descargan todo su peso sobre los trabajadores. La campaña mediática sobre la recuperación de los puestos de trabajo en la provincia es una farsa para encubrir los numerosos cierres de plantas y despidos que se llevan a cabo en los centros industriales. Las luchas de los trabajadores son numerosas, pero la burocracia sindical se empeña en aislar cada una de ellas. Actúan como agentes de la patronal, instigando a los trabajadores a agarrar los retiros voluntarios.
Para unir todas las luchas en curso y para deliberar sobre esta crisis que nos atraviesa, necesitamos poner en pie un gran Congreso Obrero que nos permita levantar todos nuestros reclamos contra el gobierno y las patronales.