Por un movimiento socialista de la mujer trabajadora

Apoyemos los Encuentros de la Mujer

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Este fin de semana largo tienen lugar Encuentros regionales de mujeres en numerosas ciudades del país.

Lo hacen bajo la circunstancia de que la dirección tradicional del Encuentro de Mujeres, dominada por organizaciones afines al gobierno, ha renunciado a organizar el encuentro nacional que se viene realizando desde hace 30 años, con excepción de la pandemia de 2020.

La razón para ello no es solamente la crisis de gobierno que se va a poner a prueba el próximo 14 de noviembre. La razón de fondo es que, precisamente bajo la presión de esa crisis, el gobierno de los Fernández ha entregado la jefatura de Gabinete a una fracción clerical del peronismo, que es enemiga del derecho al aborto y de la emancipación social de la mujer. Por otro lado, y desde el poder político que detentan, sabotean el cumplimiento de las leyes conquistadas por la lucha de las mujeres. La derecha clerical está combatiendo en todos lados -Estados Unidos, Polonia- los derechos arrancados por las mujeres por medio de la lucha.

Dos campos de clase

En contraste con los derechos conquistados por el movimiento de la mujer, la situación histórica de la mujer se ha agravado considerablemente. Es que más allá de ellos, la organización de la sociedad se basa en la explotación social, que victimiza por sobre todo a la mujer trabajadora, y en la protección del Estado a este régimen de explotación.

El sacrificio que impone el crecimiento descomunal de la desocupación y la pobreza recae sobre las mujeres, en primer lugar las jefas de hogar y también sobre las que no lo son. En la vida social y en la familia siguen vigente la opresión de la mujer y la violencia contra ella, incluido el femicidio. Ninguna norma legal pondrá fin a esta situación – solamente lo hará la abolición de la explotación social y el gobierno de las trabajadoras y los trabajadores.

Pero el Estado actual es también el estado del clero. Este estamento oscurantista domina la educación y la salud. Ejerce sobre los gobiernos del capital un poder de presión sin paralelo. Es un ámbito de la violencia sexual contra la niñez y la juventud. Las organizaciones y movimientos de mujeres que luchan para poner fin a esta situación son enteramente incompatibles con las organizaciones y movimientos que apoyan a la sociedad capitalista, al Estado capitalista y a los gobiernos capitalistas. Es necesario trazar una claramente delimitación entre unas y otras.

El gobierno verde-celeste

La entrega de la jefatura de Gabinete al clero no ha producido ninguna ruptura política con el gobierno de parte de las funcionarias ‘verdes’. Ha quedado expuesto, no de palabra sino en la práctica, que el eje de clase se impone sobre el eje feminista en cualquier situación fundamental. Hay un campo de clase de la mujer burguesa y de la pequeño burguesa que va por el arribismo social, y otro campo de clase para las mujeres trabajadoras, que se ven enfrentadas, se quiera o no, en forma irreconciliable. Por esta razón han decidido sabotear al Encuentro de la Mujer, en circunstancias de catástrofe social, de crisis de gobierno y de régimen, y de negociaciones secretas con el FMI y acuerdos con los usureros nacionales e internacionales. El Encuentro de la Mujer – 2021 – era temido como caja de resonancia poderosa de este conflicto histórico.

Las conclusiones

Es necesario desarrollar, sobre la base de toda esta experiencia, la organización obrera y socialista de la mujer trabajadora. Cualquier rechazo a la organización de clase de la mujer trabajadora es sinónimo de colaboración política con el pseudo feminismo de los movimientos que defienden a las patronales y al Estado capitalista y a sus gobiernos (a unos gobiernos más que a otros).

Quienes prometieron que la causa de la mujer sería encaminada a través de las oficinas del Estado capitalista, han terminado compartiendo esas oficinas con el clero y la reacción política.

Desde esta posición política, llamamos a resolver un plan de movilizaciones por la defensa del aborto legal, en todos los ámbitos judiciales, en colegios y universidades, por la estatización inmediata de todos los ámbitos que combaten la vigencia de los derechos conquistados por la mujer.

Por comités autónomos de mujeres que impongan, por medio de acciones y piquetes, la vigencia de estos derechos, en los tribunales, los centros de salud, y el ámbito educativo.

Por una campaña de pronunciamientos de los cuerpos de delegados y trabajadores en todas las empresas, por la satisfacción de las reivindicaciones de las mujeres en el ámbito laboral y la completa igualdad salarial.

Por la organización de los barrios frente a la violencia y las redes de trata.

Por un salario mínimo y una jubilación mínima igual al costo de la canasta familiar.

Contra la coacción a los trabajadores y trabajadoras desocupada/os para que se sometan a las patronales agrarias y de la construcción: Por una Bolsa de Trabajo bajo la dirección de las organizaciones sociales independientes del Estado, y por el reparto de las horas de trabajo disponibles, sin afectar el salario.

Plenario de Trabajadoras (Tendencia) Política Obrera

8 de octubre de 2021

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