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Los Pandora Papers han develado que el ministro de Economía brasileño Paulo Guedes, ha invertido en empresas off shore desde 2014 por una suma que alcanza los US $9,5 millones en una compañía llamada Dreadnoughts International, con localización en las Islas Vírgenes Británicas.
De este modo, el patrimonio “off shore” del liberal se vio protegido de la brutal devaluación del 40 % del real, que él mismo ejecutó. Adicionalmente, esa brutal depreciación del salario obrero, para Guedes significó la revaluación de su patrimonio.
El país vecino cuenta con el segundo mayor número de tenedores de activos offshore en la lista de Pandora, casi 60.000 personas, que han evadido impuestos en el exterior, por una suma que llega a 192.600 millones de dólares. Los principales periódicos -Folha de São Paulo, Estado de São Paulo, O Globo y Valor- han ignorado o minimizado el escándalo, o se han centrado por completo en funcionarios extranjeros y celebridades internacionales. Hasta tal punto, que el diario financiero Valor entrevistó a Campos Neto -presidente del Banco Central y otro que figura en los papeles de Pandora- y no le hizo ni una sola pregunta sobre las revelaciones. Otros, como el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, declaró que los “asuntos personales” relacionados con Guedes “no deben interferir en la agenda del país”.
El asunto, de cualquier modo, tiene impacto político. A raíz de las revelaciones, la Cámara de Diputados aprobó por 310 votos a favor y 142 en contra, la citación de Guedes para que sea indagado el miércoles 13. Según Folha de São Pablo, el presidente de la cámara de diputados, el oficialista Arthur Lira, no quiso hacer valer su influencia a favor del ministro, para no quedar 'pegado' a este. Una encuesta realizada el viernes por Realtime BigData encontró que el 64% de los encuestados cree que Guedes debería ser despedido.
