Una declaración del Centro "Christian Rakovsky" sobre Palestina

Escribe Jacyn

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El Centro 'Christian Rakovsky' publicó una declaración contra el “plan de paz entre Israel y Palestina” anunciado por Donald Trump, titulada “Abajo el ´plan´ de Trump para la liquidación de Palestina, fuera el imperialismo de Medio Oriente”. El texto, suscripto, entre otros, por el EEK, el DIP, la OKP de Rusia y el MTL de Finlandia.

La declaración denuncia al “plan de paz” de Trump como una “cínica declaración de guerra contra el pueblo de Palestina y su inalienable derecho a la autodeterminación”. Denuncia la pretensión del sionismo de anexar el valle del Jordán y de imponer a los palestinos un régimen de apartheid, a cambio de la promesa a las “élites locales” de 50 mil millones de dólares en contratos con compañías norteamericanas. “Un plan para transferir a la población palestina que vive en el llamado ´Triángulo del Norte´ de Israel a pequeños bantustanes [Territorios que operaron como reservas tribales de habitantes no blancos en Sudáfrica y Namibia durante la época del apartheid, NdeR.] desarmados, enclaves dispersos de un falso estado palestino, rodeado por el ejército sionista, privado de instalaciones de agua y otros recursos materiales (…) Un plan de abolición de todos los derechos y aspiraciones del pueblo palestino, incluido el derecho al retorno de los refugiados”. Los compañeros concluyen que los Acuerdos de Oslo, suscriptos en 1993 por Rabin y Arafat, bajo el patrocinio de Bill Clinton, que proponían una “solución falaz” de dos Estados, se encuentran definitivamente “enterrados”. “El ´plan de paz´ de Trump, continúa la declaración, no puede implementarse sin medios y medidas de guerra (…) Tal guerra no puede limitarse a Cisjordania y la Franja de Gaza, sino que se expandirá hacia una conflagración general en la región”.

El propósito del imperialismo, denuncian los compañeros del Centro Rakovsky, “es construir un eje israelí-saudita en una guerra reaccionaria contra Irán”, desde el Líbano y Siria a Yemen, “para reestablecer el destrozado orden imperialista en Medio Oriente”, promoviendo los enfrentamientos sectarios. “El imperialismo actúa de la manera más bárbara sacudido por una crisis histórica del capitalismo en declinación, la cual, al cabo de más de una década sin resolverse, está ingresando en una nueva fase explosiva e impulsa nuevos movimientos de masas de América Latina a Oriente Medio, Europa y más allá”.

La declaración también denuncia que el ´plan de Trump´ “produjo una explosión de ira entre las masas populares de la Palestina ocupada y todo el mundo árabe-musulmán”, no solo en Cisjordania y Gaza, “sino incluso en Tel Aviv”. “Esta presión masiva desde abajo, en una región sacudida nuevamente por la agitación revolucionaria, desde Sudán y Argelia hasta Líbano e Irak, fue lo que obligó tanto a la colaboracionista "Autoridad Palestina" de Abbas como a la Liga Árabe a formalmente oponerse al plan de los Estados Unidos”.

“Los imperialistas y las clases dominantes locales, todos los reyes, emires, dictadores militares, incluso los falsos ´antiimperialistas´ disfrazados de religiosos o seculares, intentan detener y destruir el surgimiento revolucionario de las masas populares exacerbando y explotando a todos los grupos étnicos locales, divisiones religiosas, tribales, etc. para asegurar sus intereses de bandoleros y un gobierno reaccionario sacudido”.

“Solo una clase social puede superar estas divisiones y unificar a las masas populares oprimidas y empobrecidas contra el imperialismo y los tiranos locales, en una lucha revolucionaria por la liberación nacional y social, por una emancipación humana universal, el socialismo: la clase trabajadora , empleada y desempleada, particularmente su generación más joven, organizada y liderada por la vanguardia, el partido revolucionario marxista de combate, parte inseparable de la lucha por construir una nueva Internacional revolucionaria”.

La declaración concluye llamando a luchar “por el derecho de autodeterminación nacional del pueblo palestino, por el derecho de retorno de los refugiados. ¡Por una Palestina unida, libre, democrática, secular y socialista, donde los árabes y judíos palestinos vivirán pacíficamente junto con los mismos derechos y dignidad en todo el territorio de la Palestina histórica!”

La declaración puede leerse completa en redmed.org/article/statement-international-socialist-center-christian-rakovsky-down-trump-plan-liquidation

Nuestra crítica

La Mesa Nacional de nuestra Tendencia ha discutido el punto durante su última reunión y decidió, por unanimidad, no suscribir el texto.

Ocurre que el llamado a “los mismos derechos y dignidad en todo el territorio de la Palestina histórica”, consagra las usurpaciones territoriales del sionismo y el régimen capitalista y colonial montado sobre ellas.

La igualdad en Una “Palestina unida, libre, democrática, secular y socialista” requiere, como condición, la abolición de los derechos de los colonos judíos sobre los territorios confiscados a los árabes durante el último siglo. El derecho al retorno de la población árabe despojada, es incompatible con la igualdad formal de derechos creados por la desigualdad. Este es el punto que con mayor claridad debe ser expuesto en cualquier declaración socialista. Sin la confiscación de los confiscadores, el derecho al retorno de los refugiados se convierte en una abstracción.

La resolución de la Mesa Nacional de la Tendencia del Partido Obrero fue comunicada a los compañeros del Centro 'Christian Rakovsky' a través de la carta que reproducimos a continuación.

"A los compañeros del Centro Rakovsky:

Luego de un debate en las filas de nuestra Tendencia (PO), hemos concluido que no podemos suscribir vuestra declaración sobre el ‘plan’ de Trump, que fue dado a conocer recientemente, por razones que no son de forma sino de principios.

Hacia el final del texto se reclama una “Palestina libre, democrática, secular y socialista, en la que los árabes palestinos y los judíos vivirán juntos pacíficamente con iguales derechos y dignidad...”.

Aunque es obvio que bajo el socialismo habrá igualdad de derechos en cualquier lugar del mundo que ponga fin al capitalismo, no solamente en Palestina, una declaración concreta sobre la situación concreta por la que atraviesa Palestina en la actualidad, debe plantear la abolición de los derechos de la población judía sobre los territorios usurpados y confiscados a los árabes a lo largo de un siglo, así como de toda la estructura de propiedad territorial de los judíos y sobre el régimen capitalista que se ha montado sobre esa expropiación, dominado también por los judíos.

La fórmula de la igualdad de derechos pudo ser válida en la lucha contra el mandato británico, como una consigna de unidad de los trabajadores árabes y judíos de Palestina – definitivamente no lo es ahora. La fórmula del socialismo no debe ser una abstracción que esquive las contradicciones concretas de la actualidad. El derecho al retorno del pueblo árabe palestino es incompatible con la igualdad de derechos, concretamente, con los judíos que usurparon las tierras de ese pueblo mediante la expulsión forzada de su suelo nacional. Es claro que la consigna de la autodeterminación nacional no puede referirse al voto de los judíos, y sería por lo tanto una vulneración de derechos.

Existen corrientes que han abandonado su posición a favor de dos estados y que abogan ahora por una república única, con derechos iguales, que respeta el orden establecido. Fue lo que ocurrió en Sudáfrica; en Rhodesia, en cambio, los colonos blancos fueron expropiados, bajo la república de Zimbabwe.

Un gran abrazo socialista a todos.

Por Partido Obrero (Tendencia) – Marcelo Ramal, Eva Gutiérrez, Jorge Altamira, Juan Ferro, Pablo Busch, Mariano Hermida, Jacyn. Voto unánime en la reunión de la Mesa Nacional, domingo 17 de febrero".

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