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El viernes fue un día a pura adrenalina en el gobierno. A sabiendas que se venía un paro general de 48 de la docencia, decidió una maniobra: con otro decreto eliminaba un punto del decreto ajustador 1/1 referido a la suspensión de la Cláusula Gatillo, destacaba que reconocía la deuda acumulada y que la iba a abonar en función de los fondos que dispusiera la provincia y que a partir de marzo otorgaba un adicional del 15,22% no remunerativo, no bonificable para siempre.
Este anuncio se hizo en presencia de distintos dirigentes sindicales estatales y municipales que salieron a declarar que el conflicto salarial había concluido.
En simultáneo el gobierno “actuando como juez y parte” decretó la conciliación obligatoria para aquellos gremios que habían dispuesto medidas de fuerza. Esto le sirvió a la dirigencia del Frente Gremial Docente, para resolver el viernes a la noche que se levantaban los paros de 48 hs. programados.
A partir de ese momento Manzur y sus ministros anunciaron que este lunes iba a ser un día normal de clases.
El paro que habían anunciado algunos gremios ya venía siendo organizado por la docencia autoconvocada y por algunos sindicatos que integran la Coordinadora de Lucha.
Por medio de comunicados e intervención directa se desenmascaró la maniobra del gobierno y se ratificaron los reclamos: pago inmediato de todas las deudas, vigencia de la clausula gatillo, paritaria ya, repudio a los adicionales en negro, titularización de la docencia interina, mayor presupuesto.
Sadop lo había resuelto en un plenario de delegado. Adiunt (Docencia universitaria) en una asamblea numerosa para la época (casi 100 docentes) votó movilizarse el 2 y 3 y parar el 9 (en el día internacional de la mujer trabajadora).
El activismo docente autoconvocado, por su parte, se hizo presente en cuanta convocatoria institucional de los sindicatos existentes hubo en esa semana y dio batalla a favor del paro. En el plenario de ATEP de la Capital la burocracia decidió elevar al congreso del gremio la moción de expulsión de Raquel Grassino, la principal referente de la docencia autoconvocada lo que dio lugar a una campaña explosiva de pronunciamientos por escritos (con la excepción del oficialismo del PO, el PTS y los agrupamientos burocráticos opositores a la burocracia oficial).
En paralelo, el activismo docente multiplicó el esfuerzo, autoconvocaron a asambleas en numerosas ciudades y pueblos, donde se votó parar y las medidas para asegurarlo.
Esta acción se redobló en el fin de semana, cuando el Frente Gremial Docente decidió levantar el paro. Por medio de la redes, reuniones de emergencia, se decidió que el paro y la concentración en la plaza Independencia no se levantaba. La campaña del gobierno y la burocracia se hizo frenética señalando todas las penalidades que podían sufrir los docentes si faltaban a clase.
El lunes se despejó la pulseada: el 80% de las escuelas vacías y miles y miles de docentes de toda la provincia, de la parte pública y privada, marcharon y se concentraron en el acto de la Docencia Autoconvocada. La docencia municipal fue de la partida, así también delegaciones de estudiantes secundarios. Algunas reparticiones estatales por primera vez se hicieron presentes al igual que sectores de la salud.
Se cantó contra la burocracia y contra el gobierno.
Hubo un intento de hacer un acto paralelo de parte de ATE que finalmente se pudo superar integrando dos oradores de ellos, y 4 oradores de la Coordinadora de Lucha. El cierre estuvo a cargo de Raquel Grassino, que llamó asegurar el paro de este martes, a impulsar miércoles, jueves y viernes asambleas en las escuelas, elegir delegados donde no los hubiere, a votar mociones y a reunirse en un congreso de delegados de base el sábado próximo. El consenso unánime es profundizar el plan de lucha, algunos opinan con paro de 72 horas, otros, muchos, con la huelga indefinida.