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A principios del siglo XX, el gobierno anunció un incremento de los impuestos que los propietarios de los conventillos trasladaron a los alquileres. Esto desató una huelga que duró tres meses, de septiembre a noviembre de 1907. Las condiciones en las que las familias obreras vivían en los conventillos era de “un brutal hacinamiento, hombres, mujeres y niños vivían, comían y dormían en una única pieza en la que además cocinaban en un bracero al que debían encender en el patio hasta que el carbón dejase de largar humo” (Historia de la Mujer trabajadora, Lobato M.Z.). Como las mujeres se organizaron para correr a los cobradores a escobazos, el episodio se hizo conocido como “la huelga de las escobas”. Su emblema era "para barrer a los caseros" y "barrer la injusticia". Se organizaron alrededor de 500 conventillos en el Area Metropolitana y Rosario.
Las condiciones materiales de vida a las cuales están sometidas las barriadas obreras, un siglo más tarde, no han cambiado. Sistemáticamente, se reproducen luchas y ocupaciones de tierra, emergentes de una crisis habitacional sin parangón, que la pandemia expuso en extremos desesperantes. Este es el contexto en el que se produjo la toma del barrio General Paz, en la capital santiagueña, que se ha convertido en el eje de una disputa con el gobierno.
El gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, quien después de 16 años en el poder pretende ser reelegido en los próximos, se ha asociado a un puñado de contratistas que se apropian de los fondos públicos para hacer obras como el Estadio Unico, el Autódromo o el moto GP, cancha de Golf, Tren del Desarrollo, entre otras obras faraónicas, en una provincia empobrecida, en lugar de atender las demandas de las familias obreras en situación de hacinamiento.
Los requisitos para acceder a una viviendas del IPVU (Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo) son imposibles de cumplir para millares de familias: salario en blanco, dos garantes que trabajen en el estado; en el caso de los docentes, ser titulares en el cargo, etc.
Así llegamos a la toma de tierras fiscales del Barrio Gral. Paz. Alberga a más de 50 familias -más de 250 personas en total- que tomaron posesión de los terrenos a fines de septiembre. Armaron sus ranchos con lonas, nylon, palos, tarimas, chapas. Habitualmente se realizan ollas populares y chocolatadas en algunos sectores para compartir con los numerosos niños y sus familias.
En la noche de este martes 26, el comisario Fernando Pedregal llegó a la toma con discursos engañosos, diciendo que quería “dialogar” y conocer “qué pasa en el sector”. Así llevó a cinco compañeros a la Comisaría 5ta, quienes quedaron detenidos, imputados por usurpación de tierras. Todavía están incomunicados.
Ante tremendo atropello y la falta de lugar en los terrenos de la toma para albergar a más familias que continuaban llegando con la esperanza de hacerse una vivienda digna, cientos de personas usurparon las viviendas construidas por el IPVU, y fueron reprimidas. Las mujeres salieron a defenderse con escobas ante el brutal ataque policial, como en 1907. Con la diferencia de que las mujeres del siglo pasado lucharon por su techo contra los propietarios, y actualmente las mujeres, con hijos en brazos, se enfrentan a un aparato represivo cargado de gas pimienta, Itakas y pistolas.
Es necesario rodear de solidaridad a la toma del barrio Gral. Paz, convocando a todas las organizaciones políticas, sociales, sindicales y de Derechos Humanos.
Necesitamos de inmediato un plan de obras públicas, el cual sirva, al mismo tiempo, como bolsa de trabajo para ocupar genuinamente a los desocupados, para construir las viviendas necesarias para las familias que carecen de un techo digno.
Desde el Partido por un Santiago Obrero acompañamos y nos solidarizamos con nuestros compañeros del Polo Obrero Tendencia y familias que se encuentran en la toma del Gral. Paz.
Llamamos a todas las familia, sin distinción de banderas partidarias, a que discuta en una asamblea general la defensa incondicional de la toma para conquistar con la lucha un techo digno. Por un congreso de trabajadores que discuta y vote una línea de acción por el derecho a la tierra, por la vivienda, por el trabajo, la salud y la vida de toda la población trabajadora.