Lisandro y Elisa

Escribe Claudio, el Dote de Naturgy

Lisandro y Elisa

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Hace veinte años, en los albores del Argentinazo, perdíamos a dos compañeros muy queridos; Lisandro y Elisa.

Lisandro se hizo conocer a fines del 91, cuando el estudiantado del Gran Buenos Aires empezó a rebelarse contra la Ley de Provincialización de la Educación, cuando el gobierno menemista (con algunos figurones que hoy pululan en el kirchnerismo) se desentendió de la financiación del sistema educativo y sus contenidos; todo a pedir de boca del FMI y el clero. Por aquellos años, el estudiantado de San Martín empezó, no solo a ganar las calles, sino también a participar en intensos debates de cara a la organización del estudiantado para enfrentar esta medida de ajuste. Las movilizaciones en la Plaza San Martín que se hacían cada viernes, con participaciones de estudiantes del Tomás Guido (el colegio en el que estudiaba Lisandro), el EE.UU., el Wilde, el Emilio Mitre, el Alemania y el Comercial de Ballester, la 14 de Santos Lugares, entre otros; le sumaban las reuniones de una incipiente Coordinadora de Estudiantes Secundarios de San Martín.

Lisandro, desde su rol de delegado del Centro de Estudiantes del Tomás Guido, empezó a ganar protagonismo en esta tarea, haciéndose escuchar en el debate con sus compañeros, superando el escollo del Centro que estaba en manos del peronismo, ganándose el respeto de un grupo de chicos que participaba activamente en movilizaciones y asamblea, que lo veían como un buen activista. Aquella lucha fue el preludio de la que se desarrolló en el 92 contra la Ley Federal de Educación, que tuvo a toda la comunidad educativa en pie de guerra contra esta ley que dejaba a la deriva la financiación de las escuelas, el vaciamiento de contenidos educativos y la puerta abierta para el ingreso de contenido del tipo religioso, clavándole una estaca en el corazón a la educación laica y científica. La intensa actividad de Lisandro, de alto contenido político sumaban, no solo en cantidad, sino también en politización las convocatorias a movilizaciones y festivales. Por aquellos años, empezó a discutir con el Partido Obrero, planteando en forma fraternal y rigurosa a la vez las diferencias que aún tenía con nosotros (pues él se sentía más cercano al anarquismo de Mijaíl Bakunin); que a través de la lectura del periódico o reuniones en nuestro local de la calle San Lorenzo fueron saldadas una por una.

Dado que el Centro de Estudiantes de su colegio quería despegarse de las convocatorias de las movilizaciones y la defensa de la educación pública (porque su conducción traidora estaba vinculada al menemismo), aún a sabiendas que sus representados querían seguir en la lucha; lo nombró a Lisandro “secretario de marchas” (sic), para que el continuara con esta tarea sin que la cabeza del Centro estuviera implícitamente vinculada a la misma. Con Angie, otro compañero que también estaba en proceso de discusión con nuestra organización, empezó a darle forma un agrupamiento que luego tomaría forma de agrupación. Se estaba gestando “El Agite”, legendario en el estudiantado de San Martín.

Con esta agrupación disputó la dirección del centro de estudiantes en el 93, sin éxito, pero dando una enorme pelea política y dejando las bases para continuar en lucha. Este enorme capital ganado lo supieron aprovechar al año siguiente, ya sin Lisandro que había egresado, los compañeros que continuaron su lucha por el centro de estudiantes y la dirección política del colegio. Compañeros como Angie o Pablo Viñas (hoy vinculados a la Tendencia del PO) tomaron la posta con compañeros muy jóvenes pero que ya traían un enorme bagaje de luchas y discusiones, como Paula, Paola y María José, por nombrar alguno de ellos.

Elisa, desde su colegio, intentaba replicar la experiencia de “El Agite” con otra compañera, Laura. Cabe aclarar que los colegios EE.UU., Tomás Guido y Wilde de San Martín compartían edificio (solo que en distintos turnos). Las autoridades del EE.UU. y el Wilde tomaron cartas en el asunto para que no se repitiera la experiencia política el Guido y pusieron muchas piedras en el camino. Los restos humeantes de Franja Morada, la izquierda democratizante y sectores que actualmente están vinculadas al kirchnerismo como Patria Libre (muy bien calificada en aquellos años en Prensa Obrera como Patria Boba) contribuyeron con estas autoridades.

En el año 95, la experiencia de “El Agite” fue reprimida a palazos, luego de que la policía bonaerense (a instancias del director del colegio Di Gregorio) reprimiera salvajemente una sentada. Este oscuro director intentó proscribir a la agrupación “El Agite” hasta último momento, sin darle lugar a que haga campaña para presentarse en las elecciones. Se perdieron las elecciones, pero la experiencia de “El Agite” nutrió de muchos compañeros al PO, como Mónica, Vero y Ezequiel, María Negro, Gabriel Campa, por nombrar algunos; que fortalecieron la tarea que llevaban otros compañeros como quien les escribe, Iván, Hernán, José u Omar.

Lisandro, ya por esos años, tomaría un rol más de dirección dentro del partido a nivel nacional, cumpliendo una destacada labor en la UBA, ganando compañeros al partido y ampliando el respeto enorme que ya tenía ganado en la juventud de San Martín.

Un “accidente vial” se llevó a nuestros compañeros, en una ruta en muy malas condiciones y ya concesionadas por el gobierno privatizador de Menem-Cavallo y ampliado por la Alianza de De La Rua-Álvarez (en las que convivían figuras actuales del PRO y el kirchnerismo). Recordaré a Lisandro por su humildad, el amor por Divididos y Hermética, y su pasión para encarar cada acto de su vida. Los libros de la biblioteca del Guido lo recordarán con todos los globitos de su amado Huracán dibujados en su interior.

A Elisa, la recuerdo con su simpatía y su risa contagiosa. El empeño por llevar adelante cada discusión con los compañeros del colegio y unos dibujos que en una ocasión me mostró.

Quienes nos reivindicamos socialistas, no encontramos en la reencarnación, figura religiosa o un paraíso místico ningún tipo de consuelo; solo lo hace muy parcialmente, continuar con su legado, con su lucha hacia el socialismo, por el fin de la opresión del hombre por el hombre.

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