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Desde Glasgow, el gobierno anunció un acuerdo con una empresa australiana para producir “hidrógeno verde” en el país. La inversión alcanzaría 8.400 millones de dólares en una década.
La empresa Fortescue Future Industries, que cotiza en la bolsa local, no confirmó estas negociaciones ni la suscripción de un mentado “memorando de entendimiento” (Clarín, 2/11). La empresa había indicado que el proyecto de Argentina era analizado junto a otros cinco proyectos más (ídem). Todavía no hay estudios de los costos de la extracción del hidrógeno, precios y los mercados para la exportación.
El hidrógeno “verde” es producido mediante energía renovable (eólica y solar), a diferencia del “hidrógeno gris”, que lo es mediante hidrocarburos. Sin embargo, presenta algunas dificultades, que han impedido su uso masivo. En primer lugar, es altamente inflamable, por lo que transportarlo y almacenarlo de manera segura es todo un desafío. Las dificultades para producirlo es el segundo problema (…) hay que separar al hidrógeno de las otras moléculas para usarlo como combustible y, para lograrlo, se requieren grandes cantidades de energía, lo que lo hace muy costoso” (Cronista, 1/11). La energía eólica y solar, cada vez menos costosa, también es contaminante. Están promovidas por enormes empresas energéticas, que plantean una “transición energética”, pagada por los estados, básicamente, por los trabajadores.
El litio es altamente contaminante y su proceso de extracción es costoso. Se utiliza para fabricar baterías de celulares, que no son reciclables. Algo similar ocurre con las baterías para autos eléctricos. “Las baterías de litio están lejos de los niveles deseados de costos, seguridad e impacto ambiental” (El País, 29/3). La extracción del litio se produce en países de América Latina, África y Asia.
Uno de los elementos fundamentales de la explotación del hidrógeno verde son los parques eólicos, cuyas enormes aspas no son biodegradables ni reciclables, y tienen una vida útil muy corta. Lo mismo sucede con los paneles solares. En EEUU hay campos enteros de paneles solares que quedan inutilizados y no son reutilizables. Los componentes de los paneles solares también son altamente contaminantes. Se estima que en pocos años se crearán más de 80 millones de toneladas de residuos por la fabricación de placas solares, extremadamente tóxicos, ya que contienen cadmio y plomo entre otros elementos (El País, 29/3).
Kulfas indicó: "Estuvimos trabajando un año en donde hicimos un trabajo técnico muy fuerte de revisión de las cuestiones técnico-legales de dónde se podía localizar el proyecto. Trabajamos muy bien con la gobernadora de Río Negro (Arabela Carreras) y con su equipo" (perfil). En el Alto Valle se desarrolla una enorme explotación hidrocarburífera, que ha contaminado las napas. La gobernación de Chubut se ha destacado por reprimir las marchas contra la mega minería en la provincia, y no caben dudas que estas cuestiones discutidas con la gobernadora tienen que ver con las condiciones políticas y sociales para garantizar que no haya protestas contra este proyecto.
El gobierno que cifra sus expectativas en la inversión en “energía verde” promueve la minería contaminante, que destruye la cordillera, el agua y las poblaciones aledañas con enfermedades producto de la contaminación. La empresa australiana, que ya tiene una inversión minera en la cordillera sanjuanina para extraer cobre, ganó 10.300 millones de dólares en el último balance (Clarín, 2/11). El dueño de la empresa exporta hierro a China, tiene explotaciones en Colombia, Chile, Perú y Ecuador, y un enorme negocio ganadero, que es altamente contaminante.
No es cierta la afirmación de Alberto Fernández de que Argentina está por debajo de los niveles de contaminación mundial. Presentó en el Congreso la Ley de Hidrocarburos, que favorece la contaminación y el extractivismo, como así recortar impuestos y facilitar el giro de las ganancias. Asimismo, a pesar de decirle “Sí” a la Ley de Humedales en spots electorales, el gobierno la cajonea en el Congreso. Fernández apoya también la instalación de mega granjas porcinas, fábricas de pandemia, negociaciones lideradas por Capitanich en Chaco, con proyecto aprobados en la legislatura provincial, con el voto positivo de sus presupuestos provinciales por parte de todos los bloques. En Argentina los niveles de cáncer en las poblaciones cercanas al área sojera, que se expande, crecen dramáticamente y producen todo tipo de enfermedades, y la mortalidad infantil.
La Argentina está “de remate”, por eso ofrece financiar inversiones con el dinero para pagar la deuda pública, que está prevista cancelar al ciento por ciento de su precio de emisión, cuando en el mercado cotiza a treinta y su ‘valor presente’ al momento de la reestructuración era cincuenta y ocho. Sería un subsidio al capital, como no se ha visto desde Menem, que el FMI acogería con aplausos.