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Una cuarta ola de contagios y de muertes está acechando a Europa. Durante seis semanas el número de casos y fallecimientos viene en constante aumento. Las temperaturas ya alcanzan los niveles de invierno; los gobiernos, por otro lado, han flexibilizado las restricciones.
Europa es de nuevo "el epicentro" de la pandemia de covid-19, asevera el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Hans Kluge. Afirma que "El ritmo actual de transmisión en los 53 países que forman la región europea es muy preocupante” y que la región “podría registrar medio millón de muertes más en los próximos tres meses”. La semana pasada, Europa, registró casi 1,8 millones de nuevos casos y 24.000 muertes, un 6% y un 12 % respectivamente más que la anterior. En las últimas cuatro semanas, el incremento de transmisiones alcanza el 55%.
Las causas del repunte de los contagios son, según la OMS la relajación de las medidas de salud pública por parte de los gobiernos en todo el mundo. Kluge destacó que solo con el uso masivo de tapabocas, en Europa, se hubieran podido salvar hasta 188.000 vidas. Por otro lado, hay una ralentización de la vacunación. Mientras en España, por ejemplo, el 80% de las personas están completamente vacunadas -con dos dosis-, en Francia y Alemania, la inoculación alcanza un 68% y 66% de la población, respectivamente. La situación se agrava en algunos países de Europa central y oriental; en el caso de Rusia sólo el 32% de las personas estaba vacunada al cierre del mes pasado.
Los números
Alemania es uno de los países más afectados; en las últimas 24 horas se registró una cifra récord de casi 34.000 contagios. Lothar Wieler, del Instituto Robert Koch, pronosticó un resultado "aterrador" si no se toman las medidas necesarias. Parte de ello ya está ocurriendo: "las camas en los servicios de cuidados intensivos vuelven a escasear", advirtió el ministro alemán de Sanidad, Jens Spahn.
El Reino Unido lleva semanas con cifras diarias de entre 37.000 a 45.000 contagios. El subdirector médico, Jonathan Van-Tam, manifestó que los niveles de contagios están aumentando "tan pronto en la temporada de otoño", lo que hace prever tasas "muy altas" en el invierno boreal. También alertó que las muertes a causa de la enfermedad están aumentando y apuntó a que los contagios están "penetrando" de nuevo en grupos sociales de edades avanzadas.
En la carrera por frenar las hospitalizaciones, el Reino Unido aprobó el molnupiravir, un medicamento en comprimidos contra el Covid-19, que puede reducir las internaciones en un 50 %. El primero en emprender una política para reducir internaciones fue Bolsonaro, por lo que hoy enfrenta una acusación de “genocidio”. La revista The Economist acaba de reportar que los cinco millones de muertes oficialmente reconocidas se encuentran muy lejos de la realidad – serían 19 millones. La mayor parte de los institutos de epidemiología avalan este número.
Los aumentos más dramáticos de víctimas mortales se han producido en Rusia: un promedio de más de 1.050 fallecidos, en los últimos siete; los contagios promediar los 40.000, en la misma cantidad de días. Putin se ha visto forzado a disponer una no laborable, con pago incluido. Rusia comparte con Ucrania los mayores registros de decesos. Esta última, en la última semana, alcanzó los 600 fallecimientos diarios y un promedio semanal de más de 23.000 nuevos casos.
El alza de infecciones también es exponencial en los Países Bajos. En la última semana de octubre, se registró un promedio de 7.711 nuevos casos por día, un 39% más que la semana anterior, según los funcionarios responsables de salud. El número de contaminaciones e ingresos hospitalarios está aumentando rápidamente”, dijo hace días el primer ministro Mark Rutte, al anunciar el restablecimiento de las restricciones sanitarias (Infobae, 5/11).
Por otra parte, Grecia batió este viernes, por quinta vez esta semana, su récord de contagios, con 6.909, el peor dato desde que comenzó la pandemia. Durante esta semana, en la que prácticamente cada día superó el récord de contagios, tan solo 2.588 de los casos reportados pudieron ser rastreados y relacionados con un contagio conocido, mientras que 150 provienen de desplazamientos desde el extranjero. Continuó además al alza el número de pacientes intubados, 450, mientras que esta semana los ingresos en las UCI griegas aumentaron 15 %; las del norte del país especialmente cerca del colapso (El Periodico, 6/11).
En Rumanía se registró esta semana el mayor número de muertes en 24 horas, con 591, además, de una media de 14.000 nuevos casos por día. Rumania atraviesa esta cuarta ola, con el sistema sanitario saturado, las ambulancias deben esperar en la puerta de muchos hospitales a que se liberen camas para poder dejar a sus pacientes. Las autoridades incluso plantean trasladar 200 o 300 enfermos al extranjero.
Con toda certeza estos números muestran que la pandemia aún no terminó. Los gobiernos del mundo hablan de la post pandemia para recortar gastos sociales y empujar a los trabajadores a producir ganancias para el capital; impulsando con ello, nuevos brotes y cepas mortales.
“Es mejor ponerse a resguardo que lamentar”, sintetizó ayer, en un editorial, el South China Morning Post, un diario de Hong Kong, de propiedad de Jack Ma, el patrón de las Fintech, en lo que se entiende como un apoyo a las rigurosas cuarentenas que aplica China. En efecto, por medio del aislamiento, el testeo y el seguimiento de contactos estrechos, China ha reducido a un mínimo de mínimos los contagios y las muertes.
En Argentina, por el contrario, Todes, Juntes, Libertaries e Izquierdistes, celebran la apertura. Los testeos han caído en forma abrupta y los seguimientos de casos sospechosos, reducidos a la nada.