Escriben Claudia Consiglio y Emiliano Fabbris
La rebelión docente es el camino frente al ajuste.
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El gobierno de Kicillof apostó a esconder hasta último momento la oferta salarial, en tándem con las burocracias sindicales y un despliegue de artillería mediática que ya anunciaba el meneado “inicio de clases con normalidad”. Sin embargo, las asambleas del SUTEBA y posterior paro de seccionales Multicolor reflejaron se un enorme rechazo de la docencia a seguir con un salario inicial de pobreza y a la eliminación de la cláusula gatillo.
El rechazo prevaleció en distritos conducidos por la Multicolor como La Matanza, Escobar, Ensenada, Tigre, Bahía Blanca, Marcos Paz y Madariaga, en algunos de ellos por unanimidad. En Berazategui (distrito conducido por la Azul y Blanca/PCR) también se rechazó; mientras que en Quilmes las mociones de rechazo empardaron con la de aceptar la oferta. En seccionales conducidas por la Celeste de Baradel como La Plata, San Martín, Varela, San Isidro y Merlo más de un tercio de las asambleas votó el rechazo e ir al paro. La Celeste clausuró el debate en muchísimas asambleas, para frenar la duda y oposición que fue despertando en la propia base celeste la propuesta salarial de pobreza del gobierno.
Así las cosas, Baradel oculta la verdad cuando dice que la oferta fue aceptada “por amplísima mayoría”, cuando en distritos celestes con presencia de militancia Multicolor es de al menos el 30% en promedio. Pero lo fundamental es que omite que tanto la FEB como UDOCBA rechazaron la oferta -sin convocar a medidas-, abriendo una crisis dentro del propio FUDB.
Baradel le entregó, de esta forma, un inicio “normal” de clases a Kicillof al menos por parte de SUTEBA, pero no exento de crisis. La docencia no le dio un cheque en blanco a Fernández/Kicillof. Así el paro de 24 horas convocado por Suteba Multicolor el 2 de marzo se fue instalando también en seccionales celestes, teniendo un impacto de alrededor del 30% en toda la provincia, que empalma con una tendencia a la lucha de la docencia bonaerense y nacional.
Este rechazo a la oferta en Buenos Aires se enmarca en una rebelión de la docencia que recorre el país, conformando un no inicio con paros y movilizaciones que se desarrolló en 14 provincias.
Paro multicolor y perspectivas
En los distritos conducidos por la Multicolor, el debate en las asambleas abordó acciones concretas para repudiar la oferta del gobierno. Las seccionales de Matanza, Escobar, Ensenada y Madariaga resolvieron parar y realizaron junto con Ademys y delegaciones de varios distritos una importante movilización del Congreso al Palacio Pizzurno que hizo activo el paro del 2.
Este importante paro no ha sido, sin embargo, una acción común del conjunto de la Multicolor. En otros distritos Multicolor, las conducciones no impulsaron el paro como Tigre (Verde) o votaron en contra como Bahía Blanca (Encuentro Colectivo/Rompiendo Cadenas, junto con Tribuna Docente “oficial”).
Si ha tenido lugar por parte de varias de estas corrientes un planteo común de “exigencia” a la burocracia, cuando esta ha revelado rápidamente su deseo de integrar el sindicato al gobierno. Plantear expectativas en ellos confunde a la docencia y la aleja de la construcción de un plan de lucha independiente.
Tribuna Docente-Tendencia sostuvo el planteo de rechazar esta propuesta ya que esta al orden del día la necesidad de un salario mínimo igual a la canasta familiar, así como la aplicación de la cláusula gatillo como reaseguro frente a la inflación (propuestas que fueron bien recibidas por el activismo en las asambleas). Luego del paro y movilización del 2 que impulsamos en toda la provincia es necesario poner en pie desde los Suteba Multicolor un plenario provincial de delegados de escuela con mandato, como canal de lucha para organizar la defensa del salario, las jubilaciones, las condiciones de trabajo y darles continuidad a las medidas.