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El acto de cierre de campaña del Frente de Izquierda Unidad frente al Congreso se viralizó en las redes por las rencillas que protagonizaron algunos de sus dirigentes a los pies del escenario. Con todo, los enormes límites políticos de la “izquierda que se une” se expresaron arriba de las tablas, en los discursos de sus candidatos legislativos.
Myriam Bregman tomó el micrófono para decir que “no se puede enfrentar a la derecha con Manzur, Domínguez y Aníbal Fernández”. La candidata del FIT-U se amoldó así al propósito de no enfrentar al gobierno (y a la clase capitalista y su Estado en su conjunto), sino solo a sus variantes de derecha.
En la misma tónica, Del Caño celebró la llegada de votos de “los decepcionados con el gobierno FF” y “las barriadas populares del conurbano”. La “decepción” no es, por cierto, conciencia de clase, ni el punto de partida para ella. ¿A dónde orientó esa afluencia? Destacó que el FIT-U es “el único que tiene una propuesta de avanzada”, en referencia a la reducción de la jornada laboral. La manera de presentar esta reivindicación es típica del reformismo, pues no es ligada a la perspectiva del poder de la clase obrera. La reducción de la jornada laboral, en forma aislada, ha sido utilizada por la burguesía como un desempleo disfrazado, donde la reducción del salario es atenuada o compensada con subsidios estatales.
Bodart, del MST, por su parte, señaló que “a pesar de lo que opinaban algunos, la interna del FIT-U, en el marco de un programa común, no nos debilitó, nos fortaleció”. El MST “vino para quedarse”, dijo, pero abogó por un “frente de izquierda fuerte, que se amplíe, que sea más grande y más poderoso”, en referencia a tejer alianzas con la centroizquierda.
A continuación habló Giordano, de IS, para quien el posicionamiento del FIT-U como tercera fuerza no se debió, como dijo Bodart, a la interna sino a “que estábamos preparados con la unidad de la izquierda”. Coincidió en llamar a “los peronistas descontentos” a unir fuerzas con el FIT-U para consagrar una banca en el congreso, las legislaturas y concejos deliberantes.
Romina Del Plá festejó que “todos y todas las que estamos acá somos excelentes voceros y voceras de este programa”. La camarilla que conduce el PO oficial propugna borrar la delimitación de posiciones entre las diversas corrientes y convertir al mentado ´programa´ común del FIT-U en la única referencia estratégica. Es un paso hacia la autodisolución del Partido Obrero.
Solano insistió con la ´propuesta´ de un ´Congreso del FIT-U´, ahora para después de las elecciones. Solano venía de proponerle a Maslatón y sus seguidores ´libertarios´ a movilizarse en común contra el acuerdo con el FMI, que es el banco central de los bancos centrales que los Milei dicen querer disolver. El derechista y referente del partido de Milei rechazó la invitación en nombre de un nacionalismo fascistizante. Solano propone un auto-congreso del FIT-U para llevar al Polo Obrero oficial y opacar la ventaja mediática que le adjudica al PTS; un asunto de camarillas. En su discurso denunció la condena a los compañeros Arakaki y Ruiz por movilizarse en defensa de las jubilaciones, pero no hubo en este caso una ´propuesta´ de movilización para liquidar este atropello.
Sin un anclaje de clase, el FIT-U busca pescar en todos los ríos revueltos, sea en la centroizquierda o el kirchnerismo, y en la derecha ´libertaria´. Los límites políticos aparecen, en cambio, a la hora de acompañar los procesos de lucha de los trabajadores de forma consecuente, más allá de lo que se diga para la tribuna. El obstáculo al ´Congreso del FIT-U´ proviene de las rencillas, como se manifestaron en el propio acto, y en el frenesí electoral.
Nuestro llamado a votar a Política Obrera y los partidos y frentes de izquierda apunta a que los trabajadores voten contra el gobierno en función de una perspectiva que deberá ser socialista. Votar contra los partidos patronales es el ABC del clasismo. Un crecimiento de la izquierda en esta perspectiva ensancharía el terreno para desarrollar la autonomía política de la clase obrera, en especial en esta crisis histórica de la dominación capitalista en Argentina.