Escribe Mariano Hermida
Pedagogía docente contra adoctrinamiento estatal.
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Una docente de Ciencias Naturales de 4° grado de una escuela primaria de Trelew (Chubut) ha sido acusada de “adoctrinamiento”. El mismo ataque que se produjo poco tiempo atrás contra la docente Laura Radetich, en una escuela de La Matanza. En este caso por haber encargado a sus alumnos una tarea acerca de las consecuencias que produce la megaminería. O sea, acerca del tema que más preocupa en la provincia.
Algunos padres de alumnos de la docente “anti minera” hicieron llegar sus quejas al ministerio de Educación. La ministra Florencia Perata los respaldó. Dice que la tarea es “tendenciosa porque cancela la capacidad de pensamiento” – una verdadera idiotez (Clarín 2/11). Esto ha sido dicho en medio de un inmenso debate sobre el cambio climático, cuyos protagonistas más enérgicos son los adolescentes.
El texto sobre el cual los estudiantes debían responder una serie de preguntas, se difundió por las redes sociales. En su primer párrafo señala: “La minería a cielo abierto es uno de los peores enemigos del medio ambiente. Es una actividad que ataca, destruye y hace sufrir a la naturaleza y a todo lo que la rodea, incluyendo, por supuesto, a los seres humanos”. Y en otra parte del mismo: “Amén de los efectos nocivos que estas etapas desencadenan, otro hecho que agrava la situación de esta minería es la utilización en grandes cantidades de cianuro con el fin de recuperar el oro del resto del material removido”.
La docente dice la verdad y nada más y nada menos que la verdad. Esto es lo que ha comprobado no sólo la comunidad científica, sino el conjunto del pueblo de Chubut, que ha protagonizado verdaderas rebeliones populares contra esta forma de depredación capitalista.
El gobierno provincia de Mariano Arcioni “milita” y “adoctrina” abiertamente a favor de la megaminería contaminante mediante la utilización de todo el poder económico, medíatico y político que dispone. El pueblo le ha respondido en contra, a través de plebiscitos, cortes de ruta y movilizaciones, por lo menos desde hace 30 años. Los contenidos de los curriculums del Estado provincial, en cambio, son “pro minero”. El ´adoctrinamiento´ oficial es cuestionado por la docente y tiene todo el derecho a cuestionar esa orientación y de ofrecer textos que contradigan la posición “oficial”, para que luego cada estudiante saque sus propias conclusiones, mediante la reflexión y el debate.
La ofensiva mediática y gubernamental contra la docente “anti minera” muestra, claro, los intereses que defiende el Estado. Pero plantea un asunto de mayor envergadura, y este es que la agenda de los trabajadores ha penetrado los ámbitos escolares. El principal sindicato docente de la provincia (ATECH) aún no se ha pronunciado sobre el episodio. Los sindicatos se encuentran frente a un desafío absolutamente fundamental – la defensa de los docentes como portavoces del pueblo y de la libertad de expresión y debate. La burocracia sindical se ha caracterizado, en Argentina, por una defensa cerrada del capitalismo y del clero, como instrumento del estado contra la libertad política en los sindicatos.
La maestra ‘anti-minera’ marca el camino, como defensora de los intereses populares, de la humanidad y de la formación de la juventud.