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Desde el 12 de noviembre, los trabajadores de Garbarino empezaron a recibir telegramas de despido. Son alrededor de 1.800 trabajadores los afectados. Los empresarios anuncian el cierre de todos los locales. El Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria por quince días y una audiencia para el 17 de noviembre. Sin embargo, esta "conciliación" no da marcha atrás con los despidos. Los trabajadores autoconvocados marcharán al sindicato de FAECYS.
Esta noticia ha generado mucha bronca. Hace meses que los trabajadores autoconvocados vienen batallando contra el lock out patronal y exigiendo una respuesta por parte de la empresa e incluso la intervención del gobierno nacional.
Hubo audiencias con Martin Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, y con el presidente Alberto Fernández, quienes se habían comprometido a intervenir y dar una solución, pero nada de eso ocurrió hasta el día de la fecha. Se excusan en no poder hacer nada ya que es una empresa privada.
Mientras, sigue el reclamo por salarios adeudados, contra los despidos encubiertos como los retiros voluntarios, contra el cierre de sucursales e incluso por la cobertura de la obra social que hace siete meses dejaron de tenerla. La respuesta del gobierno fue un rescate a la patronal con un miserable Repro de $22000 que todavía siguen adeudando a los trabajadores.
Carlos Rosales, dueño de Garbarino, continúa con su plan de "reestructuración" sobre la base de despidos masivos de trabajadores sin poner un peso y así quedarse con un tercio de empleados para habilitar pequeñas tiendas en su mayoría dedicadas a las ventas online y mantener un régimen de precarización laboral. La fórmula perfecta que está exigiendo el FMI y que pretenden llevar adelante todos los que nos gobiernan en un acuerdo antiobrero con el Fondo.
Cientos de trabajadores que, bajo un chantaje y la presión por llevar el pan a sus familias, aceptaron el retiro voluntario. Sin embargo, ni siquiera a ellos se les ha abonado el pago por esos despidos encubiertos. Los telegramas nombran unos decretos que significan que no van a pagar la doble indemnización, violando el DNU 329/2020 y tampoco lo que les corresponde a los trabajadores que en su mayoría superan los 10 años. La patronal de Garbarino ya hace uso del reclamo de la presentación de la ley de eliminación de la indemnización por despidos que presentó Martin Losteau a pedido del FMI.
Pero no lo hacen en soledad. Hay una connivencia entre las patronales explotadoras, el Ministerio de Trabajo y la burocracia que dirige todos los gremios. Por eso actúan con total impunidad.
En este cuadro donde la desocupación se acentúa, los salarios se devalúan hasta la indigencia, la flexibilización y precarización laboral se agravan por la orientación política y social de los que gobiernan, la coordinación de la lucha es lo que, sin duda, puede reforzarnos para avanzar por nuestras reivindicaciones tan elementales como la defensa de los puestos de trabajo. Los trabajadores del gremio de Comercio, que en esta última etapa hemos estado en constantes luchas, debemos autoconvocarnos contra los despidos masivos poniendo en pie asambleas y tomar todo lugar de trabajo que cierre o despida bajo control de sus trabajadores. Preparemos el camino hacia un paro general en Comercio. Estas herramientas nos deben preparar también para recuperar el sindicato en manos de los trabajadores y delimitarnos de las falsas oposiciones.