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La prórroga de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación hasta el 31 de diciembre es presentada por el gobierno como la posibilidad de una “agenda en común con la oposición” (Clarín 17/11). La medida va en sintonía con el mensaje grabado por Alberto Fernández una vez conocidos los resultados de las elecciones donde convoca a un acuerdo “plurianual” y “macroeconómico” que le permita presentar una propuesta ´conjunta´ al FMI.
La iniciativa del gobierno busca hacer mella en las contradicciones y en la dispersión política de los ´ganadores´ de las elecciones, a los que desafía a pronunciarse por esta agenda (leyes de agroindustria, energía y turismo, La Nación 17/11), esencialmente el acuerdo con el Fondo Monetario. Juntos por el Cambio ha calificado a la maniobra como una “emboscada”. Los Fernández no han advertido que la propuesta puede convertirse en un ‘boomerang’, cuando la ‘opo’ sea usada por el FMI para torpedear la propuesta de acuerdo que hace el gobierno y que suscita el rechazo de los fondos internacionales.
La búsqueda de una ́propuesta ́ ratificada por el Congreso implica una maniobra no solamente para ´enganchar´ a Juntos sino para presentar el acuerdo con el Fondo como la superación de la ‘grieta’ y el comienzo de la ‘unidad nacional’. Hace más de un año que el FMI viene rechazando las propuestas de acuerdo del gobierno, Esta vez parece haber un ‘valor añadido’ - devaluar el peso en un 30 por ciento. La ´unanimidad en el campo oficialista escasea. La expectativa de que la crisis interna al interior del FMI y del Tesoro norteamericano facilite un acuerdo ´blando´, no ha pasado por el momento la prueba de los hechos, aunque el Frente de Todos vote la condena a Ortega en la OEA.
La CGT a disposición
El acto convocado por la CGT con el acompañamiento consentido de La Cámpora, los intendentes y los movimientos sociales, busca rubricar toda esta orientación. Entre las exigencias centrales de la burocracia sindical el acuerdo con el FMI y el privilegio de la relación con EEUU son inamovibles.
La derrota ´victoriosa´ del gobierno apunta a tomar la iniciativa de este acuerdo no cerrado con el FMI. El gobierno juega a la prestidigitación. La crisis en el “Frente de Todos” tiene que ser vista en un marco de crisis más general, que incluye a todo el régimen político y es en esto en lo que se apoyan las maniobras recíprocas entre unos y otros.
