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Las elecciones del Centro de Estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires -realizadas entre el 8 y el 11 de noviembre pasados- arrojaron el triunfo de Hierba mala (Frente de Todos) que obtuvo un 47% de los votos. Oktubre (PO oficial), conducción del CENBA, quedó tercera con el 10%, incluso detrás de la lista "unidad estudiantil" referenciada en la UES, la agrupación peronista socia de Franja Morada y Yacobitti. El retroceso de la izquierda en el CNBA es pronunciado. En 2019, Oktubre había ganado las elecciones con 674 votos y en esta oportunidad obtuvo 221.
La campaña electoral en el CENBA pareció desvinculada de la crisis nacional -fracturas del gobierno, niveles de pobreza y desempleo, el acuerdo con el FMI- y del enorme deterioro del colegio.
La consigna de la campaña de la agrupación ganadora, “Hierba Mala”, fue "por un colegio más ranchero (?) y más activo". La lista de la UES -“Unidad Estudiantil”-, que conquistó el segundo lugar, aunque también alineada con el gobierno FF, es una expresión directa del rectorado, como lo prueba su papel de apoyo a la gestión en los Consejos.
Por su parte, Oktubre evitó la lucha política, a la que reemplazó por “propuestas”. Una competencia de proyectos. Oktubre fue todavía más lejos y aseguró que bajo su gestión “nadie se quedó afuera”. La oportunidad que le abrió a la izquierda la crisis nacional y la pandemia, para desarrollar una crítica socialista al régimen social y universitario, fue reemplazada por ´slógans´ y relatos de dudosa verosimilitud.
La gestión de la rectora Valeria Bergmam se ha caracterizado por sus feroces ataques contra docentes y estudiantes en medio de la pandemia. En la etapa más cruda de la segunda ola, el Nacional Buenos Aires volvió a la presencialidad antes que el resto de los colegios. Esto despertó la respuesta de los docentes agrupados en AGD-CNBA, quienes organizaron una huelga contra la presencialidad en el pico de contagios y luego desarrollaron agitaciones con conferencias de prensa contra la flexibilización y la posterior eliminación de los protocolos. Los docentes han sufrido incluso descuentos salariales por dar clases virtuales y protestar frente a la exposición criminal de la presencialidad.
Oktubre, como conducción del centro de estudiantes, en cambio, siguió la orientación del FITU, la ´presencialidad cuidada´. Antes, durante y después de la huelga, la izquierda se limitó a exigir condiciones para una "presencialidad segura" y durante la misma propuso “recorridas” y una “mesa de diálogo” en función de la misma.
La conquista del CENBA por parte de una agrupación ligada al gobierno nacional es, sin dudas, un freno para enfrentar los ajustes en educación y luchar por nuestras reivindicaciones. Lo que ocurre en los sindicatos docentes. Oktubre había abandonado servirse del CENBA para organizar al conjunto del movimiento secundario. De todas formas, la crisis educativa y social va a involucrar nuevamente a miles de contingentes de lucha. El presupuesto que diseñó el ministro de Economía Martín Guzmán, para 2022, se ajusta a los recortes que pide el FMI. En educación, el aumento será tan solo de un 5%, con una inflación que se proyecta por encima del 30%. El impulso de Todos y de Juntos a una reforma educativa, apunta a la devaluación de los contenidos formativos y fomentar pasantías y ‘empleos jóvenes’.
Los estudiantes debemos organizarnos en asambleas y plenarios para pronunciarnos contra el ajuste y las reformas del gobierno y el FMI, preparando una movilización contra el presupuesto que están discutiendo "Todos" y "Juntos" en el Congreso. Una acción de estas características en el CNBA impulsará una gran deliberación de todo el movimiento secundario.