Escribe Olga Céspedes
El relato del aparato
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Con el título “el martes finaliza el mandato de Claudio Del Plá en diputados”, el aparato usurpador pretende disimular un hecho de mayor jerarquía – que el PO ha perdido el protagonismo parlamentario en Salta, cuando se cumplen veinte años exactos del ingreso de Pablo López a la Legislatura. Ha debido ceder, en las elecciones nacionales, el primer lugar de la lista al MST, para recoger, entre cuatro siglas reunidas, un puñado de votos. En el balance, Del Pla enumera los proyectos que presentó al recinto, sin referirse para nada a la contribución de su banca al desarrollo de la conciencia de clase y la organización de los trabajadores.
El balance se define a sí mismo por el método de ese balance. Hasta último momento, Del Plá creyó que podría renovar la banca por el conocimiento público de su figura, del mismo modo que el aparato nacional atribuye el éxito de Del Caño y Bregman a su protagonismo televisivo. Deja de lado que la banca, que cierto momento fue una bancada de cinco diputados y diputadas fue conquistada por la masa de militantes de la regional que él, junto al aparato del PO, expulsaron sumariamente. Del Pla ingresó a la Legislatura como un gran activista docente, y junto con López por su lucha en la pueblada de General Mosconi del 2000, y ahora se va como burócrata legislativo y liquidador de su propia organización, el Partido Obrero.
En los años de acción parlamentaria, las bancadas del PO salteño, tanto en los concejos deliberantes como en la legislatura provincial, se han utilizado como una herramienta de las diferentes luchas de sectores de trabajadores, pero sobre todo para denunciar el carácter clasista del régimen político salteño. Del Pla no puede integrar este método de acción parlamentaria en su balance, porque enseguida sería denunciado por el aparato como un ‘infiltrado’ de Altamira. Los miembros del PO que hoy integramos Política Obrera éramos una holgada mayoría, mucho antes de las expulsiones sumarias del aparato.
Nuestro rol en las luchas de los trabajadores tuvo siempre el propósito de reforzar su organización y conciencia de clase, no para alimentar, desde afuera de ellas, las ilusiones en un parlamento reaccionario y hostil a los intereses de los trabajadores. Los primeros años de nuestra actividad parlamentaria han estado signados por la intervención directa de los tribunos obreros en el parlamento. Un ejemplo claro de ello ha sido la intervención con los trabajadores precarizados de la salud que pertenecían a la fundación del sindicalista y diputado, Abel Ramos. Con esos trabajadores dimos fuertes luchas por el pase a planta permanente logrando el objetivo para un importante sector e incluso parte de ellos se incorporaron a la lucha política en el partido en ese momento.
En estos últimos años, la militancia que adhiere a la Tendencia ha dado una fuerte batalla contra un giro democratizante, como fue la posición por la ley Micaela, a la cual Del Plá pretendía, correctamente, oponerse por medio de la abstención. En este último tramo de su actividad parlamentaria, Del Pla ha presentado una batería de proyectos disociados de los reclamos genuinos de los trabajadores.
Del Pla y compañía dicen ‘volveremos’, tomando como referencia los resultados de las elecciones nacionales. Es la versión salteña de “perdimos pero ganamos”. Se apropia del resultado del FITU entero, sin reparar que sus socios sueñan como él; o esperan un ‘efecto Bregman’ o ‘efecto Vilca’ en la provincia. De nuevo, un método; de nuevo, el carrerismo, de nuevo, “una filosofía de aparato” (Altamira dixit, 2016).
Del Plá hace referencia a los resultados nacionales, no al retroceso en la provincia, donde ha caído en casi todos los departamentos, sobre todo en los más importantes como Capital, San Martín y Orán, luego de perder la interna del FITU, en alianza con el PTS, frente al MST.
Los militantes de Política Obrera, tendencia del Partido Obrero, seguiremos batallando por reconstruir la tradición histórica del Partido Obrero de Salta ante los trabajadores. Después de todo, hemos sacado más votos que cada miembro del FITU por separado.