Melconian y Cavallo, preparando el recambio

Escribe Marcelo Ramal

Tiempo de lectura: 2 minutos

Los pases y contrataciones suelen poblar las secciones deportivas de los diarios. En este caso, sin embargo, el cambio de empleo de un economista ocupó la atención de los comentaristas políticos: Carlos Melconian deja su propia consultora para ocupar la presidencia del Instituto de Investigaciones de la fundación Mediterránea. Este centro está financiado por la crema de la burguesía agraria e industrial argentina, desde la multinacional Arcor, el fundador de la Mediterránea, y las aceiteras hasta Techint, pasando por Bagó y Roggio. En sus últimos informes, destacan la necesidad de ‘proteger’ la reactivación “del agro, la industria y la construcción”, mediante el diseño de un “horizonte económico duradero”, o sea un acuerdo rápido con el FMI.

Melconian hizo sus primeros palotes en el Banco Central de la dictadura y luego en el menemismo, para recabar finalmente en el Banco Nación de Macri. Algunos se sorprenden por el reclutamiento de un “neoliberal” por parte de una entidad “productivista”, pero es porque ignoran los lazos entre las diferentes formas del capital. Cuando Domingo Cavallo, en 1982, estatizó desde el Banco Central la deuda privada, favoreció con ello al llamado capital productivo que debía pagarla, y al capital financiero que quería cobrarla. Los beneficiarios de este negociado retribuyeron generosamente con fondos a la fundación Mediterránea, que regenteaba el propio Cavallo.

Mucho más cercanamente, los asombrados comentaristas de este “pase” se olvidan del distanciamiento de Melconian con el gobierno macrista, justamente en los días de la lluvia de dólares (ingreso de capitales) que atrasó el tipo de cambio, en perjuicio de la 'patria exportadora' y de la burguesía industrial que recela de las importaciones. La salida de Melconian del gabinete macrista fue un tímido anticipo de la fractura política y económica que inaugurarían el “recalibramiento”(devaluación) de enero de 2018 y el desbarranque posterior del gobierno macrista.

Estos antecedentes son importantes para entender qué significa el conchabo de Melconian. Las informaciones periodísticas señalan que el economista va a la Mediterránea a constituir “un gabinete económico” con vistas a un futuro gobierno 2023. En este punto, lo parangonan con Cavallo, que se preparó para ser ministro de Menem. Pero las dos veces que fue ministro de Economía, Cavallo asumió en medio de una crisis económica y política. Si Melconian sigue sus pasos, el “gabinete económico” y el “plan 2023” podrían arribar bastante antes de esa fecha al Ministerio. La burguesía “productiva”, hay que decirlo, tampoco le hace asco a los golpes palaciegos.

El programa de Cavallo-Melconian

Cavallo, quien saludó el nombramiento de Melconian, viene de difundir los lineamientos de su propio “plan” económico. Ese 'dibujo' descarta una devaluación brusca, a favor de una tasa mensual por encima de la inflación. Melconian plantea exactamente lo mismo, con la intención de licuar la deuda del Banco Central en Leliqs, que se acerca a los cinco billones de pesos. También, como es obvio, para licuar “otros gastos” – como los salarios y las jubilaciones, que los Fernández han desindexado. El “plan” Melconian Cavallo integra este plan a un acuerdo con el FMI y a los tarifazos, de modo de suprimir los subsidios a los servicios para fines del 23.

Gobierno se busca

En cualquier caso, ni Melconian ni la Mediterránea, colocan demasiadas fichas en el radical-macrismo. Es sabido que, desde ambos lados de la grieta se cocina una alternativa común, que excluye a los Macri y a los Bullrich, de un lado, y a parte del kirchnerismo, del otro. El programa que se cocine en las oficinas de la 'fundación' busca armar su sostén político.

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