Escribe Alejandra del Castillo
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El juicio contra el ex fiscal Albaca, por su responsabilidad en el encubrimiento del crimen impune de Paulina Lebbos, está en su instancia final. En más de un mes de audiencias quedó en evidencia el cajoneo de la causa durante 7 años y el manejo discrecional al servicio de la impunidad. El 29 de diciembre se conocerá la sentencia.
Con este ya son tres los juicios que han tenido lugar a distintos responsables aunque todavía falta sentar en el banquillo de acusados a los máximos responsables políticos. En una primera instancia se juzgó a los policías que adulteraron pruebas durante el hallazgo del cuerpo. Luego vino el juicio por encubrimiento a altos funcionarios de la cúpula policial y del Ministerio de Seguridad y ahora este juicio contra Albaca.
En el segundo juicio, el tribunal ordenó investigar a Alperovich y al actual subsecretario de Seguridad, José Ardiles, por los ascensos a policías condenados por el crimen, y a Sergio Kaleñuk, hijo del ex secretario de Alperovich; la pareja de Paulina, César Soto; y Esteban Gómez, como posibles autores del crimen de la joven. A pesar que el fallo quedó firme a mediados de este año, y la sentencia se dictó en febrero de 2020, todavía no se llevó adelante ninguna actuación.
Durante las audiencias del juicio contra Albaca, los funcionarios judiciales que declararon coincidieron que el fiscal durante 7 años mantuvo en secreto la causa y que no sólo no investigó sino que entorpeció el proceso. Permitió que se degradasen pruebas que hubiesen permitido detectar perfiles genéticos y dar con los autores materiales.
Albaca claramente no actuó solo, todo el Poder Judicial fue cómplice. No obstante, hay una clara operación para despegar al resto de la Justicia. La posible condena busca preservar al resto de la banda. Incluso se dilató tanto la concreción del juicio que el ex fiscal, por su edad, tendrá prisión domiciliaria.
Pese a todas maniobras de impunidad, la concreción del juicio y la inminente sentencia es resultado de la lucha de casi 16 años. Las posibilidades de que se avance en la cadena de responsabilidades sólo se podrán logar en el terreno de la organización y movilización independiente de los familiares de víctimas de la impunidad.
Este 29 de diciembre movilicémomos para exigir la condena a Albaca y para que se investigue al resto de responsables políticos y a los autores materiales. Este 26 de febrero, fecha en que se cumplen 16 años del asesinato de Paulina, preparemos una gran jornada de lucha contra la impunidad.