Escriben Adriana De los Santos y Marcos Cabezaz
Una nueva etapa para los trabajadores de la música y para la lista Verde.
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En el contexto de un fraude histórico y con el retorno a la presencialidad, el pasado viernes 17 de diciembre se realizaron las elecciones en el Sindicato Argentino de Músicos (Sadem). Del padrón de 1.039 afiliados en todo el país, votaron 405 músicos. Los resultados fueron 371 (91%) votos para la lista oficial Celeste y Blanca -vinculada al sindicato de Camioneros-, y 33 (9%) para la Lista Naranja de Músicos Organizados del PO (o). La Lista Verde, de la Asamblea de Trabajadores de la Música (ATM), encabezada por Adriana de los Santos, Marcos Cabezaz y Sergio Urtubey fue proscrita.
La proscripción de la lista Verde (ATM) es la expresión de la proscripción de casi 1.000 trabajadores de la música en todo el país, que fueron literalmente borrados de un padrón de Sadem que viene siendo diezmado desde hace tiempo. En el INaMu -Instituto nacional de la música- existen 46.700 músicos registrados. La diferencia entre ambos registros deja entrever la agónica crisis del sindicato.
Las expulsiones responden (según informó la burocracia) a la falta de pago de cuotas por parte de los afiliados. Pero la mayoría de los músicos tuvo ingresos cero en medio de una catástrofe humanitaria, sanitaria y social sin precedentes que planteó la necesidad de cumplir con el aislamiento social preventivo y obligatorio sin ningún tipo de asistencia. La pandemia llevó al extremo la situación de precarización laboral y falta de trabajo para los músicos.
Mientras la lista Verde (ATM) reclamaba al Estado una compensación económica igual a la canasta básica para los trabajadores imposibilitados de ejercer su profesión, por respeto a las medidas de prevención, la burocracia expulsadora afirmaba que “la música no contagia”, empujando al contagio a los músicos, y aplaudía las magras ayudas del gobierno que llegaban a muy pocos beneficiarios.
La lista Verde (ATM) denunció el fraude que se estaba llevando a cabo formalmente ante la Junta Electoral, la Directiva del Sadem y también en el Ministerio de Trabajo, donde se dejó constancia de las denuncias en un extenso expediente. Ante la inacción ministerial la Lista Verde convocó a una primera concentración frente a la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales (DNAS) el 30 de noviembre, con la que arrancó la primera audiencia que había solicitado reiteradas veces por escrito.
A pesar de que en la audiencia del 7D la directora de la DNAS, Dra. Mónica Rissotto, hizo suyo el criterio de aceptar dentro del proceso electoral a quienes tengan sus cuotas pagas hasta diciembre 2019 -es decir, antes de la pandemia - frente a la negativa de la Junta electoral y la comisión directiva, la DNAS resolvió a favor de la burocracia en la segunda audiencia del 9D consagrando legalmente la expulsión de los trabajadores, el fraude electoral y la liquidación del gremio.
La lista Verde ha interpuesto desde lo legal, un RECURSO DE RECONSIDERACIÓN CON JERÁRQUICO EN SUBSIDIO, ratificando la IMPUGNACIÓN Y DENUNCIA DE FRAUDE ELECTORAL y SOLICITANDO DECLARACIÓN DE NULIDAD DE LA ELECCIÓN DE SADEM DEL 17-12-2021.
La Lista Verde, compuesta por la mayoría de los activistas de la vieja lista Naranja -usurpada por el PO oficial- , tuvo siempre presente que el propósito de la burocracia era el fraude y el desmantelamiento de la herramienta gremial con la que cuentan los trabajadores de la música. Por eso fue su política llamar a todos los activistas y trabajadores a un frente único de lucha contra el fraude.
Pero este llamado fue rechazado por la lista Naranja, que aceptó la integración al proceso electoral con una lista amputada por la burocracia, que se dispuso así a dar por iniciada en los mejores términos “democráticos” la elección. La Lista Naranja, a diferencia de la Verde, llevó adelante una campaña electoral en la que levantaban consignas contradictorias y confusas como "a pesar de las maniobras fraudulentas PODEMOS GANAR", y no elevaron su denuncia hacia el Ministerio de Trabajo hasta los últimos días de la elección, cuando las denuncias de la Verde tomaron vuelo público y mediático, y sus dirigentes explicaban pacientemente a la población y a los músicos de todo el país lo que la burocracia estaba perpetrando.
Fue por la campaña de la Lista Verde que trabajadores de todo el país se enteraron y así se comunicaron con ellos para apoyar, como así también para comenzar un vínculo solidario, como debe ser la función de una organización obrera. Fue la campaña de la Lista Verde la que levantó la voz de los músicos y la que puso en las calles a sus activistas y forjó en la experiencia a los compañeros que deben ponerse al hombro la tarea de organizar una gran Lista Verde Nacional, para desarrollar una masiva afiliación y recuperar el Sadem.
Es importante destacar que en las elecciones anteriores (2017) el total de votos emitidos fue el mismo que esta vez. Sin embargo, la vieja Lista Naranja donde militaban los activistas de la actual Lista Verde no sacó el 9% como en esta elección, si no el 40%. La Celeste -con el aval del Estado- proscribieron a los trabajadores y a sus referentes.
Sin embargo, para la Lista Verde, la lucha consiste en desarrollar la conciencia de los músicos para defender sus derechos como trabajadores y artistas, pero también para forjar la solidaridad de clase ante cualquier injusticia social y política del capitalismo. Esto solo puede darse con la experiencia atravesada en la lucha por esclarecer uniendo a los trabajadores a través de las asambleas, la deliberación y la acción directa. Invitamos a todos los trabajadores de la música del país a llenar la asamblea de la Lista Verde y recuperar nuestro gremio.