Escribe Javiera Sarraz
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En la última semana los casos de Covid en la villa 21-24 han ascendido a más de 300, pero se desconoce el nivel de contagio real debido a la falta de testeo y al desmantelamiento de los programas sanitarios del barrio. En medio del desconocimiento del avance real del virus, la ministra de Salud del Gobierno de la Nación, Carla Vizzotti, acaba de anunciar que no se hisopará más a los contactos estrechos, tengan o no síntomas.
La Casa de la Cultura, donde funciona el dispositivo DETECTAR, así como los CESACs número 1, 4, 8 y 35 de nuestro barrio se encuentran saturados. Pero rechazamos que la respuesta a la saturación en nuestro barrio y el resto del país sea negar la asistencia a los enfermos.
En nuestro barrio, a la falta de trabajadores de salud que antecede a la pandemia, se le descuenta ahora una cantidad importante de médicos, enfermeras y auxiliares que están aislados por Covid. Hasta ayer, la fila para hacerse un hisopado en la Casa de la Cultura se extendía por varias cuadras.
En el CEMAR, el centro de salud comunitario de la villa, la falta de personal sanitario ha significado la reducción del horario de atención. La franja horaria habitual de atención es de 08 hs a 20 hs; sin embargo, en la última semana el horario de atención se restringió hasta las 14 hs. Así mismo, la farmacia del establecimiento, donde los vecinos del barrio retiran medicación para enfermedades crónicas como diabetes, problemas de presión, se encuentra cerrada debido al aislamiento de la farmacéutica a cargo.
Por otra parte, los centros de salud se encuentran sin insumos, pues como ocurrió en el último pico de contagios en la Ciudad durante el 2021, frente al rebrote las farmacéuticas se niegan a enviar sus camiones distribuidores al barrio. Otro que se niega a venir al barrio es el Ministerio de Salud del GCBA, que ha decidido suspender las postas de vacunación de primeras y segundas dosis contra Covid para niños y adolescentes. Tampoco entran las ambulancias del SAME, y los vecinos deben costear de su propio bolsillo el traslado en remis hasta los hospitales ya no sólo en casos de Covid, sino que también en situaciones de grave emergencia como paros cardíacos.
Por ahora, las únicas que se encuentran trabajando en las "postas de salud" son las trabajadoras precarizadas del Potenciar Trabajo enviadas por sus organizaciones para tomar la temperatura y la presión a los vecinos que circulen por la calle. Estas trabajadoras no cuentan con ningún tipo de infraestructura e insumos entregados por parte de ninguno de los gobiernos, es decir, atienden debajo de un toldo, sin vestuario ni implementos de protección, y sin insumos tan básicos como ibuprofeno o insulina. Muchas de ellas también se han contagiado.
Respecto del aislamiento, los vecinos y el personal sanitario precarizado del Potenciar Trabajo lo sostienen por su cuenta. Ni el Gobierno de la Ciudad ni el Gobierno Nacional han habilitado los hoteles para garantizar el aislamiento ni tampoco le han acercado a los contagiados y sus familias asistencia alimentaria.
En medio de toda la crisis sanitaria, hay varias manzanas que se encuentran sin electricidad, sin agua potable y con las cloacas rebalsadas.
Ninguno de los funcionarios políticos de Larreta y Fernández que operan en el barrio ha respondido a ninguna de las exigencias de las organizaciones sociales en relación a la crisis sanitaria o habitacional. Los canales de comunicación "oficiales" (grupos de Whatsapp) entre el Comité de Crisis de la villa 21-24 y los funcionarios políticos están cortados. Ningún funcionario político responde ni por mensaje ni por llamada, y las organizaciones del barrio sólo se han limitado a responsabilizar a Larreta pero guardan un silencio de radio respecto de la responsabilidad del Gobierno Nacional.
Por eso, desde el Polo Obrero Tendencia de la villa 21-24 exigimos a los gobiernos de Horacio Rodríguez Larreta y Alberto Fenández:
Llamamos a los vecinas y vecinos del barrio, activistas y organizaciones a levantar un comité barrial que organice bajo términos de independencia del Estado, asambleas por manzana que debatan y voten acciones de lucha frente a los angustiantes conflictos generales y también particulares de cada sector de la Villa 21-24.
Nuestro barrio posee una larga tradición de lucha que, durante los momento más críticos de la pandemia del 2020 y 2021, obligó a los gobiernos y a las empresas con licitaciones a retomar las obras de las cloacas en la manzana 1; la relocalización de los vecinos del Camino de Sirga a los nuevos conjuntos habitacionales; y la reparación de la fuente de electricidad en Loma Alegre, entre otras. Retomemos ese camino de lucha por todas nuestras reivindicaciones.
Una política socialista frente al Covid, escribe Florencia Suárez