Nuevo atentado en Bahía Blanca

Escribe Carlos Villarroel

Tiempo de lectura: 2 minutos

Nuevamente un artefacto explosivo detonó en la madrugada del sábado 8 de enero en la ciudad. En esta oportunidad el blanco de ataque fue el domicilio particular de Maximiliano Núñez Fariña, responsable de Región Sanitaria I. Si bien la explosión no fue mayor, se generó un incendio que podría haber provocado un desastre por ocurrir cerca del tendido eléctrico y de un medidor de gas.

Los panfletos arrojados en el lugar estaban nuevamente firmados por “CRN-comando de reconstrucción nacional”, del cual no se conoce existencia o referencia alguna en la ciudad por el momento. En ellos se enumera y amenaza a un largo listado de personas, vinculadas al área de salud del hospital municipal, el regional Penna, perteneciente a la Fundación Huésped, y otros a quienes se señala por “aborteros”. También incluye nuevas amenazas a la referente mapuche Olga Curipán.

En este caso, las consignas principales del panfleto fascistoide dicen: “¿pasaporte sanitario? ¿restricciones a la circulación? Quieren muertos… los van a tener”.

Al igual que en los casos anteriores, el intendente Gay expuso su repudio vía redes sociales. Sin embargo, su gestión no ha avanzado en la identificación de los responsables. Lo mismo vale para Kicillof: “Esperamos que la Justicia esclarezca los hechos" y Kreplak: “Por favor que la justicia dé con los responsables: es necesario y reparador” (lanueva.com). El próximo lunes visitará la ciudad Julio Alak, ministro de justicia y derechos humanos de la provincia, quien se entrevistará con los jueces y magistrados a cargo de las investigaciones. Hace unos días, renunció el secretario de seguridad de Bahía Blanca “por motivos personales”.

Durante el 2021 Bahía Blanca se convirtió en noticia nacional debido a la ola de atentados políticos. La seguidilla de ataques se inició el 17 de mayo, cuando encapuchados dejaron mensajes antisemitas contra la comunidad judía en la fachada de la Asociación Israelita de Bahía Blanca. Con solo ocho días de diferencia, el 25 de ese mes detonó una bomba en el local de La Cámpora, con un gran poder destructivo, que llegó a dañar comercios aledaños; luego, el blanco de ataque se colocó en el domicilio de Olga Curipán, el 14 de noviembre, donde una bomba molotov provocó un estallido que se sintió a diez cuadras a la redonda. A fines de noviembre se descubrió una bomba en el nicho de gas del local del Frente de Todos con amenazas al periodista local Germán Sasso. A fines de 2021, se realizó una movilización para repudiar estos atentados que reunió a organizaciones del Frente de Todos (aunque con una escasa participación), a la izquierda y sindicatos. La movilización popular tiene que continuar y reclamar la identificación de los responsables políticos de estos atentados.

En el cuadro de miseria social que afrontamos, una impotencia absoluta del Estado ante el feroz rebrote de la pandemia y el propio impassse del régimen político, avanza la descomposición del Estado y de su aparato de inteligencia -de profunda e histórica actividad en Bahía Blanca-, que se ha revelado incapaz de identificar a los responsables, un grupo fascistoide ignoto cuyos vínculos con el aparato represivo no deben descartarse.

Movilicémonos por el completo esclarecimiento de estos atentados.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera