Trabajadores de Cabo Vírgenes lograron la reincorporación

Escribe Iván Marín

Además, consiguieron la mayoría de los reclamos laborales.

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Desde el 22 de diciembre último 20 trabajadores de la pesquera Cabo Vírgenes se encontraban en lucha por su reincorporación luego de que la empresa, a pedido del delegado zonal del STIA (Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación), Fabián Molina, los despidiera por reclamos que venían realizando en las condiciones laborales. Tras paralizar la planta y el muelle de la empresa en el Puerto de Rawson, la Secretaría de Trabajo de Provincia dictó la conciliación obligatoria, que se venció esta mañana con la reincorporación de todos los despedidos por luchar. Este triunfo marca el camino al resto de los obreros de la pesca y a los trabajadores en general en la provincia.

La lucha comenzó reclamando, entre otras cosas, la antigüedad, el refrigerio, las cámaras de seguridad que la patronal instaló en el comedor. Durante el transcurrir de estas semanas se obtuvieron la mayoría de los reclamos y en próxima reunión se buscará satisfacer la demanda en torno a las horas extras. Los trabajadores reincorporados informaron que no sufrirán ninguna sanción en su vuelta a los puestos de trabajo.

Tras el Chubutazo de diciembre, la correlación de fuerzas parece mostrarse a favor de quienes se movilizan en reclamo de sus derechos. En este caso en particular, los trabajadores de la pesca amenazaban con paralizar la planta y el muelle de la empresa si no conseguían la reincorporación, lo que se hubiera convertido inmediatamente en problema político para el gobierno provincial mientras tiene en puertas un nuevo conflicto salarial con los trabajadores estatales, luego de la gran derrota que significó para el régimen político de conjunto la derogación de la ley de zonificación minera.

Ahora los trabajadores buscarán elegir una nueva comisión interna con delegados propios, que respondan a los intereses del conjunto de los obreros de la planta y no de la patronal y de la burocracia sindical que los entregó.

La lucha de los trabajadores de Cabo Vírgenes marca el camino para el resto del movimiento obrero chubutense, y en particular para los estatales. La acción directa para conseguir los reclamos debe estar precedida de la más amplia deliberación de las bases. Un Congreso Obrero de ocupados y desocupados para reagrupar al activismo que se encuentra disperso se hace más necesario que nunca. El acuerdo en puerta con el Fondo Monetario Internacional marcará la agenda próxima para el conjunto de los trabajadores del país y los sectores populares.

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