Escribe Darío Molinari
Tiempo de lectura: 2 minutos
El Jefe de Gobierno porteño, Larreta, junto a su Ministra de Educación, Acuña, picaron en punta a la hora de definir nuevas pautas de cara al inicio del ciclo lectivo 2022. En el día de hoy, presentaron públicamente lo que dieron a conocer como cambios en el protocolo. Sin embargo, se trata de la eliminación de los mismos. Bajo un cuadro de más de 3.000 contagios diarios en la Ciudad, y la alta contagiosidad de la variante Ómicron, el gobierno propone la vuelta a clases, prácticamente como si estuviéramos en una situación de pre pandemia.
Las nuevas medidas se caracterizan por la inexistencia de burbujas. En palabras de Larreta “todos los espacios de interacción van a ser libres. Antes toda la burbuja quedaba sin ir a la escuela. Ahora sólo se tiene que aislar el chico o el adulto que da positivo”. Con la eliminación de las burbujas, se quita la figura de contacto estrecho. Solamente podrán aislarse aquellas personas que presenten síntomas, desconociendo la existencia de los casos asintomáticos, los cuales propagan también el virus.
Además, se eliminan los ingresos escalonados, que pretendían evitar los tumultos de padres y estudiantes en la puerta o el hall de los establecimientos. En relación a los comedores escolares, tampoco existirán turnos. De este modo toda la escuela almorzará en el mismo lugar y al mismo tiempo, sin contemplar la distancia de más de 2 metros necesaria, en un momento donde no se utiliza tapabocas.
En relación al uso de barbijo, seguirá siendo obligatorio solamente en lugares cerrados, para los alumnos de cuarto a séptimo grado. Para el caso de los niños y las niñas menores, no será obligatorio el uso de barbijo en el aula. Esta medida ya había sido implementada a fines del año pasado. Recordemos que al finalizar el ciclo lectivo 2021 comienza a observarse el ascenso de casos. ¿Acaso el gobierno ha estudiado el impacto de esa medida en el aumento de casos en niños y su entorno familiar? De esto, Larreta y Acuña no dijeron una palabra.
Pero esto no termina aquí: en la escuela no se pedirá ningún tipo de pase o certificado sanitario, dejando la responsabilidad de la vacunación en manos de "cada familia”. Estas, “en acuerdo con su médico pediatra decidirán con libertad en qué momento vacunar a los chicos". O sea que da por cerrada cualquier tipo de intervención, por parte del Estado, en relación a la campaña de vacunación y la implementación de la misma en el calendario.
La apertura escolar, así planteada, evidencia la política de vía libre al Covid. La eliminación de los protocolos, que también es impulsada por el gobierno nacional, traerá aparejado el incremento de casos, la propagación del virus y el desarrollo de nuevas variantes.
Terminar con el Covid en las escuelas exigirá una deliberación y una lucha de los trabajadores y toda la comunidad educativa. Por protocolos establecidos por docentes, estudiantes y familias; por el cierre de las escuelas o cursos, en caso de contagios, en defensa de la salud y la vida. En ese caso, reclamamos que el Estado entregue los recursos materiales para la virtualidad (equipos y conectividad).