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El miércoles 2 de febrero numerosos trabajadores y trabajadoras de la empresa R. A. Intertrading, se hicieron presentes en la asamblea auto-convocada para darle inicio a una nueva etapa de lucha por sus necesidades básicas. RA es una fábrica de confección de ropa deportiva ubicada en el barrio de Lugano que cuenta con alrededor de 1.000 operarios, de los cuales 930 están encuadrados en el convenio de SOIVA (sindicato obrero de la industria del vestido y afines). La asamblea discutió la situación de pauperización que vienen sufriendo, con un salario básico para febrero que para la categoría más alta de oficial costurero , no supera los $190 la hora. A eso hay que sumarle un sistema de premios en el que se funda un sistema de super explotación y ritmos feroces de producción, con los que, con todo, los compañeros redondean, apenas, algo más de $50.000. La asamblea votó exigir a la empresa un aumento de salarios que parta de $400 la hora para la categoría inicial y un petitorio por esa suma que fue firmado en los días siguientes por el 95% de los trabajadores de costura. Se está a la espera de la respuesta patronal que será evaluada en una próxima asamblea.
Vale la pena luchar
La asamblea se produjo luego de que después de cinco años de lucha y acciones judiciales se logró la reincorporación al sindicato de dos delegados expulsados como represalia por haber participado de una movilización para manifestarse por la muerte de una compañera, a raíz de la desastrosa atención de la obra social OSPIV manejada por SOIVA. Aquella vez en lugar de ser recibidos por dirigentes se encontraron con una patota que los agredió brutalmente para desenfocar y romper lo que hasta el momento era un reclamo masivo pero pacifico. A los delegados electos que habían participado de la movilización se les armó una causa judicial trucha y se les quitaron los derechos sindicales, impidiendo al conjunto de los trabajadores una herramienta fundamental para ejercer todos sus derechos dentro de la fábrica. Este triunfo tonificó a los compañeros y abrió el debate sobre la necesidad de la inmediata convocatoria a elecciones de delegados.
La burocracia sindical y el gobierno al compás de la patronal
El debate en la asamblea puso de relieve que la empresa viene obteniendo ganancias extraordinarias merced a los paupérrimos acuerdos paritarios pactados por el SOIVA , que establecen los salarios más bajos de la industria. La empresa declaró públicamente que se encuentra en expansión para aumentar su producción un 40%, beneficiada con préstamos a tasa subsidiada por el gobierno, gozando de la devaluación de la moneda y pagando salarios que oscilan en los 200 dólares. Así, exporta no sólo a la región sino también a Japón, Singapur o Países Bajos. Aprovecha la situación de miseria de sus trabajadores para ejercer presión para que se cumplan las tareas de producción, elevando los ritmos y disminuyendo la cantidad de compañeros por línea. Esta situación se ha hecho intolerable, al punto que muchos trabajadores calificados han renunciado para trabajar en negro en sus casas y en talleres que pagan un poco más que los miserables salarios de RA, sometiéndose a condiciones de explotación inauditas. Esa no es la salida. La lucha iniciada por la Asamblea de los trabajadores por el inmediato aumento salarial abre la perspectiva de una respuesta colectiva , de clase, que ponga freno a la creciente degradación de las condiciones salariales y de trabajo.
Del repudio a la burocracia a la organización
La burocracia de SOIVA cuenta con un desprestigio absoluto en RA. El viernes 11 de febrero se presentaron en fábrica con las urnas para la elección de Comisión Directiva para la cual se presentaba una lista única de la burocracia. En repudio, en la totalidad de las secciones la inmensa mayoría de los compañeros decidieron no votar. Los personeros se fueron con las urnas vacías (10 votos). En las secciones, los trabajadores les reclamaban a viva voz la inmediata convocatoria a elección de delegados y denunciaron su complicidad con la patronal y responsabilidad en la miseria salarial.
La lucha emprendida por la asamblea general de RA es una gran oportunidad para poner en pié un poderoso cuerpo de delegados independiente de la patronal, apoyado en comisiones de activistas por sección y sujeto a la decisión de las asambleas.
La lucha de los trabajadores textiles de CABA por aumento salarial de emergencia y contra los extenuantes ritmos de producción requiere tender lazos solidarios con el resto de los talleres y fábricas del gremio y con el conjunto de la clase obrera para derrotar el acuerdo antiobrero del gobierno y la oposición patronal con el FMI. Necesitamos conformar un gran congreso obrero que organice la intervención de la clase obrera, en la perspectiva de la huelga general para conquistar nuestras demandas.
