Paritaria nacional docente: a la medida del FMI

Escribe Mariano Hermida

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El gobierno nacional llegó a un entendimiento con los cinco sindicatos docentes nacionales (CTERA, UDA, CEA, SADOP y AMET) para cerrar de la paritaria nacional docente, nuevamente, sin que ningún docente le den mandato para ello. Aunque no pusieron la firma, según el diario Página/12, en relación a los sindicatos, “el escenario indica que la mayoría daría su aval y habría acuerdo” (22/2). Vale recordar que la paritaria de los maestros no tiene impacto directo sobre los salarios, sino se utiliza como “guía” para las negociaciones provinciales que ahora cada colectivo de docentes deberá librar por separado en cada provincia del país, ya sin el acompañamiento de sus sindicatos nacionales.

El porcentaje establecido de “aumento” es del 45,5%, a cobrarse en cuatro cómodas cuotas y una revisión en el mes de septiembre. Un 21,21% se percibirá en marzo, un 8,08% en junio, un 8,08% en agosto y en septiembre el 8,08%. Así las cosas, recién en septiembre el salario inicial de un maestro será de $60.000.

Por otro lado, el gobierno y la burocracia de los sindicatos pactaron nuevamente el incremento de sumas fijas, como el Fonid (Fondo nacional de incentivo docente) que, según los tramos de la suba, será de $ 3.907 en marzo, $ 4.318 en junio, $ 4.729 en agosto para alcanzar los $ 5.141 en septiembre, y por conectividad una suma de $2.250. En conclusión: el salario inicial de un docente a escala nacional no llega a cubrir siquiera la línea de pobreza, hoy en los $80 mil pesos, y ni que hablar de una canasta familiar, que ronda los $160 mil. Las sumas “fijas” otorgadas por fuera del básico vuelven a golpear severamente a los jubilados docentes que no verán un peso, a tal punto que en el comunicado de la propia CTERA (21/2), informan que “Asimismo en el Acta, los sindicatos docentes reclaman que los aumentos a los jubilados docentes nacionales se realicen trimestralmente, y que en marzo se otorgue un incremento de sus haberes, a cuenta de futuros aumentos”.

El acuerdo alcanzado por el gobierno y los sindicatos nacionales consolidan lo perdido en el último período por el avance de la inflación y prepara una mayor pérdida para este año. Sólo en lo que respecta al aumento de tarifas en los servicios públicos, el gobierno está preparando un aumentazo de alrededor del 60%. Como los aumentos salariales se cobran en cuotas, pero los precios en los supermercados aumentan minuto a minuto, semana a semana y mes a mes, continuará el proceso de confiscación salarial, que junto con las remuneraciones en negro forman parte del ajuste fiscal que exige el Fondo Monetario Internacional. El salario no “le va a ganar a la inflación” como prometen los burócratas sindicales, que sostienen con uñas y dientes al gobierno de los Fernández y al acuerdo anti obrero con el FMI que se pretende votar en marzo en el Congreso Nacional.

Es necesario un pronunciamiento del conjunto de los sindicatos, seccionales y del movimiento auto convocado anti burocrático que recorre el país contra esta paritaria infame. Planteamos un aumento de emergencia del 60% para recuperar lo perdido y la organización de una lucha – mediante asambleas y plenarios de delegados con mandato- por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, indexado por inflación.

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