Municipales de Berazategui: cómo derrotar a la "Gestapo Anti-sindical" de Juan José Mussi

Escriben Oscar "el Colo" y Sergio Salgado

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La Unión del Personal Municipal de Berazategui (UPMB) es un sindicato que conquistó la simple inscripción gremial, tras un largo derrotero, entre 2014 y 2021. Los activistas que fundaron el sindicato habían sido parte de la Lista Violeta, del histórico -y con mayor cantidad de afiliados- STMB, que en 2011 recuperó el sindicato como "lista de frente único", encabezada por Alberto Glerean, logrando desplazar a la burócrata sindical Noemí Giménez, atornillada en el sindicato como Secretaria General desde su fundación, y por casi 30 años. Noemí Giménez fue una furibunda menemista y por dos mandatos, concejal mussista. Los activistas que fundan la UPMB eran parte del cuerpo de delegados de sector del STMB; cuando falleció Glerean (a menos de 1 año de su asunción), el secretario adjunto Carril Campussano verticalizó el sindicato y dejó de reunir al cuerpo de delegados, vació el sindicato de vida gremial, asfixió la vida interna y lo volvió a convertir en una escribanía de Mussi. Ausente cualquier posibilidad de armar lista opositora en el STMB y luego de un derrotero también negativo con ATE, decidieron emprender la tarea de construir un verdadero sindicato.

El intendente Juan José Mussi, sin embargo, se empeña en desconocer a este nuevo y -por ahora- pequeño sindicato, al punto de violar el derecho a la tutela sindical de 8 compañeros de la Directiva de la UPMB (entre ellos los secretarios general y adjunto de la organización) y les niega su reinstalación laboral. Los motivos son obvios: no lo puede convertir en una escribanía a su servicio. El debut de los compañeros fue una huelga indefinida hasta lograr quebrar los habituales despidos de fin de año que Mussi siempre realizaba, con una contundente huelga de 8 días en el sector de Higiene Urbana. La UPMB con esa acción golpeó y demoró los planes de "empalme masivo" de Mussi, que preparaba para reemplazar personal municipal usando a beneficiarios del Potenciar Trabajo enrolados especialmente en el Movimiento Evita, dirigido en Berazategui por uno de los funcionarios de su gabinete municipal, el puntero Matías Aguirre, que también forma parte de la tropa de Pérsico-Zaballeta.

Los compañeros del sindicato han iniciado la lucha y acciones en los planos ministerial y judicial laborales ante esta prepotencia, arbitrariedad e ilegalidad de la patronal mussista, ya que el conflicto contra los despidos se saldó con el grueso de los despedidos reincorporados, pero el sindicato quedó "descabezado". Los peronistas que "baten el parche" contra "la GestaPRO de Vidal" o "Gestapo anti-sindical no la denuncian en sus propios pagos -chicos o grandes-, porque son partidarios de las burocracias sindicales y la regimentación del movimiento obrero, a través del unicato sindical que busca sostener a esas mafias sindicales "del propio palo" contra nuevas camadas de trabajadores, que buscan un desarrollo sindical autónomo y comprometido con las bases de los trabajadores.

Juan José Mussi recurre a la discriminación y persecución anti-sindicales porque quiere "escribanías sindicales" a su servicio, como son el STMB y la UOEMB, y no tolera un sindicato que no esté bajo sus órdenes. Así ha logrado niveles salariales de miseria que obligan a que todos los municipales dependan de horas extras o préstamos de financieras y de las mutuales, y que cada 30 de junio o 30 diciembre estén con el corazón en la boca, por si reciben el telegrama de "cese de servicios". Apenas el 35% del personal reviste en la planta permanente del Estado municipal, el resto son contratados, y Mussi viola sistemáticamente la Ley provincial 14.656 de Marco de Empleo Municipal.

Los compañeros de la UPMB están realizando una experiencia político-sindical que van procesando. Desde Política Obrera creemos que resulta fundamental fortalecer el ascendente del sindicato conquistado en un sector de los trabajadores y elevarlo entre la masa de los municipales, la recorrida y organización interna en cada sector de trabajo de la municipalidad, avanzar con la elección de delegados de sector, fortalecer a los activistas (para eso han editado un boletín), crecer en afiliados y trabajadores organizados, fortalecer el fondo de lucha y apuntar todos "los cañones" para una expedición ministerial y judicial rápida para la reinstalación laboral y el respeto a la tutela sindical, rodeando ambos reclamos del apoyo de otros sindicatos y centrales, más allá del apoyo de las organizaciones sociales combativas y de la izquierda, que se da por descontado.

Un Plenario Obrero de Solidaridad, con sindicatos, y una movilización y acampe en el Ministerio de Trabajo de la Nación, sobre el área de "Asociaciones Sindicales" de Callao al 200 ("donde se corta el bacalao") y sobre el fuero laboral, resultan decisivas -a nuestro entender- para que no se imponga el desgaste por hambre, a la par de que no se abandone ningún reclamo salido desde la base municipal. UPMB ha demostrado un derrotero como sindicato democrático, plural y de lucha, tiene todas las posibilidades de dar el salto al clasismo si logra el equilibrio entre lo externo y lo interno, entre lo social-político y lo laboral-sindical y se estructura como un poderoso sindicato firmemente afincado en las bases de la masa de los municipales, sobre la base de asambleas de los trabajadores, que fue el método que implementó durante la huelga de enero. El apoyo de las organizaciones sociales y de la izquierda no puede reemplazar esa estructuración en la masa de los municipales y que forjen su propio abanico de proyección hacia todos los sindicatos.

El pasado miércoles 16/2, desde la Conferencia de Prensa de las organizaciones piqueteras reprimidas en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Eva Gutiérrez realizó una fuerte referencia de las implicancias que tiene toda la lucha de la UPMB y los municipales de Berazategui: quebrar la precariedad laboral mussista, evitando la confrontación de ocupados y desocupados, que es el objetivo que busca la política de Alberto Fernández, la clase patronal, la burocracia sindical y "piquetera" y el FMI. Juan José Mussi y las organizaciones sociales oficialistas -como el Movimiento Evita- carnerearon la huelga de los recolectores de Berazategui con "cooperativistas de la economía popular" para que avance el ultraprecarizador plan "de empalme": la sustitución de personal de planta y convencionado por cada vez más contratados, cada vez más precarizados, para reventar el salario. Eva señaló la ruta del Congreso Obrero de Ocupados y Desocupados, la UPMB puede ser un puntal de ese desarrollo.

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