“En Argentina, luchar contra la guerra es luchar por tirar abajo el acuerdo con el FMI”

Discurso de Jacyn en el acto de Política Obrera en Congreso, el 1 de marzo de 2022.

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Compañeras, compañeros:

En primer lugar, quiero transmitir un saludo a todos los que desde Guernica hasta La Matanza, desde La Plata hasta la Villa 31, desde San Isidro hasta Florencio Varela, desde todos los barrios de la Capital y del Gran Buenos Aires, se hicieron presentes hoy acá para participar y hacer posible esta gran movilización política de Política Obrera y del Polo Obrero Tendencia.

Nos hubiera gustado realizar este acto más cerca del Congreso porque la movilización de hoy tiene que ver justamente con eso, con el discurso de Alberto Fernández en la inauguración de las sesiones ordinarias del Parlamento y con los anuncios que va a hacer allí, que son de gran importancia. Sin embargo, no hemos podido por este vallado policial que nos armaron. Los que vienen a apoyar un discurso que va a refrendar la orientación de la entrega con el Fondo Monetario Internacional, de un nuevo pacto colonial y dan apoyo a la guerra de la OTAN, tienen un palco VIP frente al Congreso. A nosotros, en cambio, nos han confinado en esta esquina. Pero somos una organización con muchos años de lucha, en democracia y en dictadura, y cuando tuvimos que hacer uso de la palabra no nos achicamos frente a ningún dispositivo y levantamos nuestra tribuna para señalar nuestra oposición estratégica al régimen de dominación capitalista y a sus gobiernos.

Compañeras y compañeros, hoy venimos acá a manifestarnos contra el acuerdo con el Fondo Monetario y contra la guerra en Ucrania y esta es la única tribuna callejera que se levanta hoy en este sentido. Y nos sentimos en la obligación de hacerlo y hacerlo en esta fecha, porque este es el escenario de una gran crisis política y queremos llamar la atención de todos los trabajadores sobre este hecho. Este gobierno está negociando un acuerdo que firmó Macri. Está tratando de remontar un quebranto de 44 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional y cuenta, en esa negociación, con el respaldo del conjunto de la burguesía y de todas sus facciones políticas que carga sobre sus espaldas deudas o acreencias por 400 mil millones de dólares que, y si no hay acuerdo del gobierno con el Fondo, no va a poder renegociar y volver al financiamiento para solventar esa deuda.

¿Pero en qué consiste la crisis política? En que el Fondo Monetario le puso como condición al gobierno, desde el inicio, colocar bajo su tutela al régimen político argentino de la siguiente manera: el acuerdo que firmemos -le dijeron al gobierno- lo tiene que refrendar el parlamento argentino, para comprometer a sus expresiones políticas mayoritarias en la continuidad y la vigencia de ese acuerdo. "No sea cosa que firmamos hoy con un gobierno que pierde las elecciones en el 2023 y el siguiente no se hace cargo de lo que firmó. Queremos que lo refrende el Congreso", pusieron como condición. Y así fue como el gobierno presentó un proyecto de ley en el Congreso para que el acuerdo con el Fondo tenga que ser aprobado por ambas cámaras. Y lo negoció con la oposición de Juntos por el Cambio, que dio su voto favorable. Sin embargo, dos años después, desde que asumió el gobierno de Alberto Fernández y de largas negociaciones que nunca se interrumpieron y de pagos y de acuerdos con los bonistas privados, todavía el acuerdo no está y no está el proyecto de ley. ¿Y cuál es la razón? ¿En qué consiste la vacilación para la firma de este acuerdo? Acá despunta lo siguiente: en lugar de que el acuerdo sea votado por unanimidad puede ser que las abstenciones terminen superando a los votos positivos. No lo quieren votar de un lado ni del otro. ¿Cómo puede explicarse entonces que, a dos años vista, cuando existe unanimidad de la burguesía y de todas sus expresiones políticas y existe un compromiso de Todos y Juntos, de votar todos juntos, el acuerdo en el Congreso, el acuerdo no aparece y crecen en cambio las dudas y vacilaciones sobre si efectivamente va a seguir el trámite parlamentario? Algunos ya han señalado, incluso, que no hace falta que lo vote el Congreso, a pesar de la ley. El gobierno, el poder ejecutivo, dicen, tiene las facultades legales para suscribir al acuerdo. A fin de cuentas, lo que dicen estos es que el acuerdo con el Fondo Monetario es una especie de soga que le tiran para llegar al 2023, porque este es un gobierno acabado. Alberto Fernández está dando ahí un discurso en la cámara de Diputados porque alguien lo tiene que dar. Así lo establece la Constitución, el Protocolo y el ceremonial. Pero nadie da un mango por este gobierno. No tiene los recursos políticos para hacerlo y necesita el socorro de la oposición y la oposición no sabe si le va a tender ella una mano al gobierno para que salga del brete. Hay una crisis política en torno al acuerdo con el Fondo y la razón de fondo, la cuestión fundamental para nosotros de esa crisis política, es que el acuerdo con el Fondo es una bomba social sobre trabajadores que cargan sobre sus espaldas un quebranto irremontable, hundidos en la miseria por los gobiernos capitalistas y que han visto cómo, durante la pandemia, se dilapidó un superávit comercial récord en el rescate del capital y para los trabajadores hubo más miseria, más hacinamiento, más privaciones en materia de salud y educación, etcétera. Porque el problema histórico de nuestro país es el empobrecimiento de los trabajadores y pretenden descargar sobre nuestras espaldas el quebranto irremontable de este régimen. Lo que está en debate atrás del acuerdo con el fondo es un gigantesco pase de factura de la burguesía sobre las espaldas obreras. Por eso nosotros teníamos que hacer este acto hoy. Teníamos que señalar que este es el escenario de una crisis política y que nosotros estamos en la lucha por tirar abajo este pacto colonial y lo hacemos el primero de marzo porque, dentro del Congreso, asistimos a la escenificación de esa crisis política. Mañana se va a hablar seguramente en los diarios de los gestos, las ausencias, etcétera, pero en el discurso que Alberto Fernández está desarrollando en estos momentos, ha ratificado esto que vinimos a denunciar: el compromiso a muerte con el Fondo Monetario internacional y el compromiso con la OTAN.

En su discurso, Fernández acaba de señalar como uno de los factores que agravan la situación en Argentina la cuestión de la guerra en Ucrania. Hay muchas razones para decir eso. En primer lugar, la guerra en Ucrania ha disparado un alza en los precios de los combustibles y en las proyecciones para el año que viene ninguno se baja y dicen "Esto es una factura adicional en materia de energía de por lo menos 4.500 millones de dólares". Es decir, nos quieren endosar otra factura más. Pero el asunto es más grave. En el día de hoy se especula sobre el problema de la presentación del proyecto y en los diarios se dice justamente que el acuerdo con el FMI está cerrado salvo por un detalle: la cuestión de las tarifas. Y el detalle no es menor, porque los tarifazos han disparado rebeliones populares en todos lados. Vacilan en firmar el acuerdo porque saben que puede ser una bomba social que provoque un levantamiento popular en el marco de levantamientos populares que recorren América Latina y el mundo. Esa es la razón de fondo.

La guerra en Ucrania es una guerra fratricida. No sólo se manifiesta en esto. El gobierno está negociando un acuerdo con el FMI, que es el financista de la OTAN y la OTAN ha sido la gran instigadora de esta guerra. Ha desplegado, bajo el comando político del imperialismo norteamericano, un cerco alrededor de Rusia. Quieren provocar un colapso del gobierno de Putin, para posicionarse primera en la colonización económica de lo que era la ex Unión Soviética. Y el régimen de Putin, que es el régimen de los herederos de la KGB y de la dictadura estalinista, ha dicho que frente al impasse de su régimen, no tiene otra alternativa que iniciar esta agresión contra Ucrania. Pero los trabajadores no tenemos por qué hacernos cargo ni de las apetencias del imperialismo norteamericano y del avasallamiento de los pueblos, ni tampoco hacernos cargo de un régimen de carácter antiobrero y anti socialista como el que encabeza Putin. Venimos acá a denunciar que un acuerdo con el Fondo no tiene otro propósito que sostener financieramente las operaciones militares de la OTAN. Por eso denunciamos esta guerra como una guerra imperialista, como una guerra contra los pueblos de Ucrania y de Rusia y contra los pueblos, finalmente, de todo el mundo. Venimos acá a decir lo siguiente: en Argentina, luchar contra la guerra es luchar por tirar abajo el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Levantamos esta tribuna para llamar a la unidad de los trabajadores de Rusia y de Ucrania contra sus enemigos comunes. Estamos acá para levantar una tribuna por la unidad internacional de la clase obrera contra la explotación capitalista.

Compañeras y compañeros, para concluir: los trabajadores no han dicho la última palabra en esta crisis. La burocracia sindical está comprometida hasta la médula con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El acuerdo con el Fondo no sólo unifica a todas las facciones de la burguesía, la burocracia sindical no se queda atrás. El acuerdo con el FMI ha sido la plataforma de reunificación de la CGT. La CGT, que antes de conocer el resultado de las elecciones generales de 2021, había lanzado una convocatoria a Plaza de Mayo con la excusa del Día del Militante para emplazar al gobierno a no aflojar con la negociación con el Fondo. Cuando trascendieron los acuerdos del llamado entendimiento, la CGT no apeló al recurso clásico de la burocracia sindical en la Argentina y se declaró en alerta y movilización, que es lo mismo que decir "No vamos a hacer nada". No. Una diferencia muy importante. Sacó un comunicado felicitando a Alberto. Celebrando el acuerdo. Están comprometidos hasta las pelotas con este rumbo, con el acuerdo colonial.

Por eso cuando salimos de acá, luego de este acto, tenemos que reforzar la organización de los trabajadores para preparar esta lucha por tirar abajo el acuerdo con el Fondo, en defensa del salario, las jubilaciones y el trabajo. Tenemos que reforzar el desarrollo de organizaciones de base, de plenarios, de debates que involucren a los trabajadores en el discusión de la situación política y refuercen su organización para dar esta pelea. Levantamos esta tribuna como parte de una lucha que compartimos con otras organizaciones contra este acuerdo colonial, con vista a movilizar desde abajo a los grandes contingentes de trabajadores que van a tirar abajo este acuerdo y abrir un nuevo rumbo político para la clase obrera de nuestro país.

¡Abajo la guerra imperialista! Unidad de los trabajadores. Abajo el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. A luchar, a organizarnos. Gracias, compañeros.

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