Elecciones de la UOM Villa Constitución

Escribe Emilio Blanco

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La lista blanca retuvo la dirección de la seccional con el 70% de los votos, en una elección con una bajísima participación (votó solamente el 53% del padrón) y plagada de irregularidades. La actual dirección se preparó desde la propia convocatoria para tener un control absoluto del proceso electoral. En primer lugar, violentando una conquista histórica de los metalúrgicos villences que hace a la democracia sindical, por la que todas las listas tenían representación en la Junta Electoral, en esta ocasión no fue así. La comisión directiva del sindicato impuso una Junta Electoral de un solo color, la blanca. La cuál terminó siendo una herramienta clave para el oficialismo. Esta política les dio su fruto, porque pudieron contar a su antojo del padrón electoral generando así una enorme ventaja sobre la oposición, el agregado de urnas en lugares clave, el manejo de los horarios de votación y la conformación final de los padrones de cada mesa, demostró un trabajo planificado para complicar más que para incentivar la participación de los trabajadores. Hubo gran cantidad de denuncias de compañeros afiliados que, cumpliendo todas las condiciones, no se encontraban en el padrón o terminaban no estando en el padrón de la mesa donde tradicionalmente el compañero votaba; lo mismo pasó con mesas que funcionaron con horarios cortados, que también perjudicó la participación.

La baja votación está reflejando que la lucha electoral no alcanzó el voltaje a la altura de lo que se estaba poniendo en juego. Por el lado del oficialismo, una política consciente para que la mayor cantidad votantes estén más ligados al aparato del Sindicato. El Frente Celeste, opositor, aunque realizó muchos esfuerzos militantes, con las recorridas en los lugares de trabajo y en la agitación, no alcanzó a crear un movimiento fuerte, masivo, que reforzara la lucha por la recuperación de la seccional; una tarea vinculada a las principales reivindicaciones de los metalúrgicos y a un planteo más de conjunto hacia el movimiento obrero. En actividades -como la charla con dirigentes de la Federación de Aceiteros que dieron su apoyo al Frente opositor- sí se logró una convocatoria del activismo. La blanca hace la mayor diferencia en jubilados y los talleres donde fue más alto el ausentismo de votantes, el no votar es parte de mostrar su descontento y que ha perdido las expectativas de poder modificar su realidad.

Por su parte el frente 16 de marzo (Celeste) sacó un 30% de los votos, un porcentaje que crece en la Planta de Acíndar. El activismo que se interesó y movilizó junto con el Frente y la propia votación, la representación en las Comisiones Internas y cuerpos de delegados, son la base donde es necesario procesar un balance y una política de intervención frente a una agudización de la crisis y de las cuestiones reivindicativas centrales como la defensa del salario, la lucha contra la tercerización y el pase a planta y la equiparación salarial y las condiciones laborales de los talleres frente a esa directiva blanca que está absolutamente subordinada al Consejo Directivo de Caló.

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