En plena pandemia: cierre y persecución en el frigorífico Penta Quilmes

Escribe Laila Araceli

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Mientras la clase trabajadora es empujada a asistir a sus empleos en plena expansión de la pandemia en medios de transportes hacinados y sin las medidas de higiene correspondientes, en el andamio de la crisis económica y sin ningún tipo de resguardo del gobierno contra los despidos, suspensiones y descuentos, Ricardo Bruzzese -presidente de la Cámara Argentina de la industria frigorífica - cerró las puertas del Frigorífico Penta exigiendo el despido de ciertos trabajadores. Entre ellos, los delegados.

Los trabajadores de la carne tienen experiencias en defender sus conquistas, en el 2014 dieron una gran batalla contra el ataque a sus salarios de la cual salieron victoriosos. Ahora, nuevamente decidieron ocupar la puerta de la planta para exigirle al municipio que intervenga contra la persecución a sus compañeros y la decisión de Bruzzese, quien adelantó que no acataría ninguna conciliación obligatoria e incluso retiró los animales y los derivó a otros frigoríficos de su propiedad, “Arenales” y “La huella”, dejando sin ingresos en plena crisis sanitaria y económica a 240 familias.

La situación del Penta se suma a otros cierres y conflictos en el distrito. Los trabajadores de Kimberly Clark ocuparon la planta de Bernal durante 70 días en defensa de sus puestos de trabajo y ahora luchan por el cierre de las causas judiciales que el Estado y la patronal promueven contra la organización obrera.

Mayra Mendoza, actual intendente de Quilmes, durante la campaña recorría varias de estas fábricas -incluida Ansabo en proceso de cooperativa- prometiendo “promover la industria”. Sin embargo, los conflictos obreros se suman en el distrito y el municipio solo demuestra llevar adelante las políticas presentada por el gobierno de resguardar a los capitalistas con el “programa de créditos a las empresas” y no a los trabajadores frente a las suspensiones y despidos. Sin ir más lejos, la “mimada” de los Fernández lleva decenas de despidos en las áreas estatales del municipio.

La salida está en manos de la clase obrera

El gobierno y las patronales empujan a los trabajadores a concurrir a sus lugares de empleo, pero advierten sobre realizar asambleas y “las probabilidades de contagio”. Esto demuestra que sus intereses están en salvar de la crisis a los capitalistas y desorganizar a la clase obrera. Sin embargo, los métodos de deliberación obrera es el centro de la lucha para llevar adelante coordinadoras sindicales y plenarios de delegados de base que lleven adelante un plan de lucha por el no pago a la deuda externa que libere fondos para la salud y el trabajo.

La industria de la carne y los alimentos se vuelve fundamental en medio de la crisis, su defensa es incondicional bajo control de los trabajadores.

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