Declaración

Política Obrera frente a las elecciones ´express´ para el CECEN

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Luego de dos años de una pandemia que continúa y de un derrumbe estrepitoso de las condiciones de vida, volvemos a la universidad en un escenario aún más crítico que en el pasado.

Un escenario considerablemente agravado, en primer lugar, por una guerra internacional de carácter imperialista, que ambos bandos, la OTAN y Putin, buscan llevar hasta sus últimas consecuencias. A la muerte y la destrucción se añade una dislocación de la economía mundial, que ya está provocando mayor empobrecimiento, hambrunas y crisis humanitarias. De otro lado, Argentina enfrenta el derrumbe político de un gobierno que ha sucumbido a la presión de los fondos financieros y el FMI, y una tendencia hiperinflacionaria.

El destino de la educación y de la universidad depende de cómo enfrentamos este desafío desde el campo de la clase obrera, los trabajadores y el conjunto del mundo del trabajo.

¿Nueva normalidad?

Argentina retorna a clases bajo el paradigma de la "nueva normalidad", sin la menor capacidad para encarar los estudios en un cuadro de pandemia no resuelta, con lo que esto conlleva en términos de aulas que se encuentran más abarrotadas que en el pasado, y su impacto negativo en los cuidados de salud y de pedagogía educativa.

Arrancamos con cien o doscientos alumnos por docente, que no cubren la canasta básica con su salario. Inauguramos un nuevo edificio de última tecnología “Cero más infinito”, mientras el resto de los pabellones continúan con baños clausurados, falta de servicios de sanitización, un menú estudiantil alejado de cualquier plan nutricional, aulas en subsuelo sin ventilación, atiborradas de estudiantes por falta de plantel docente.

El intercambio entre docentes y estudiantes se pierde por completo, sobre todo en las materias troncales que son el fundamento de nuestras carreras.

El pretendido "acondicionamiento para la vuelta a clases" es una farsa.

Por su parte, la “hibridez“ de la bimodalidad descarga su peso en los docentes, que deben afrontar aulas masivas al mismo tiempo que deben estar disponibles para atender las demandas por medio del campus virtual.

Ni bien comenzado el cuatrimestre, el rectorado de la universidad impuso unas elecciones estudiantiles de apuro, que impiden el debate, la deliberación y el pronunciamiento estudiantil tras dos años de encierro educativo. Esto ocurre, además, luego de la firma de un memorando con el FMI, que ataca por sobre todo los gastos e inversiones en educación.

Claramente quieren convertir a Exactas en una franquicia de las corporaciones capitalistas, con toda las consecuencias negativas que implica para nuestro desarrollo científico y profesional. Esta gestión capitalista de la universidad no ha aportado nada, pero se insiste en ella con calendario académico express.

Los recursos físicos y humanos para combatir la pandemia se redujeron a un refrito de voluntariados gratuitos, para emparchar un sistema de salud vaciado y privatizado.

Se han firmado convenios firmados con empresas, como el pulpo Shell, que compromete nuestros estudios y el tiempo y condiciones de trabajo, sin consulta a los estudiantes ni la menor deliberación académica y política.

El Centro ‘nacional y popular’ de nuestra facultad ha consentido este atropello. Se apuran las elecciones universitarias con el propósito de acelerar estos procesos inconsultos. Nuestra consigna es: 1.Con los estudiantes y docentes todo, sin ellos nada; 2.Los compromisos de prácticas estudiantiles o pasantías que se firmen deben estar bajo el control y la deliberación de docentes y estudiantes, no bajo la arbitrariedad de los pulpos. La defensa de los derechos laborales y educativos es innegociable.

El CECEN es dirigido por una de las fracciones oficialistas que ha reconocido la deuda externa, incluida la del FMI, y se ha quebrado en el intento. No tiene autoridad política para orientar el destino del centro. En ninguna medida va a ser un canal de orientación y organización contra el deterioro educativo y universitario. Han sido y siguen siendo parte del gobierno que paga 33 mil pesos al mes al 80% de los jubilados.

Política Obrera lucha por el socialismo y el gobierno de trabajadores. Desde esta perspectiva nos valdremos de las elecciones express para promover un canal de deliberación estudiantil y de defensa y conquista de derechos.

Llamamos a derrotar el programa del FMI y a derrotar la guerra imperialista, mediante la movilización internacional de los trabajadores.

Nuestras reivindicaciones son:

Presupuesto para el acondicionamiento de los edificios ya.

Contratación de plantel docente y desdoblamiento de los cursos. Por una relación de 25 estudiantes por docente.

Becas de formación educativa igual al costo de la canasta familiar.

Que se revisen todos los convenios firmados por la facultad.

Por prácticas educativas discutidas entre docentes y estudiantes.

Abajo la guerra. Fuera el FMI y la OTAN.

Por una universidad al servicio de la emancipación nacional y social.

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