Salud CABA: la burocracia de AMM mete la paritaria en el freezer

Escribe Maxi S. Cortés

Tiempo de lectura: 3 minutos

El pasado 22 de marzo los trabajadores de la salud protagonizaron un paro de 24 horas en el conjunto de los hospitales y centros de salud de la ciudad de Buenos Aires. La medida contó con un altísimo nivel de acatamiento. Fue la segunda convocada por la Asociación de Médicos Municipales (AMM) y Federación de Profesionales (FP) en el contexto de la negociación paritaria anual con el gobierno de Larreta. Ante la falta de respuestas positivas y cuando se esperaba el anuncio de una nueva medida, la burocracia de AMM ha metido la lucha en el freezer.

Si bien tuvo una alta adhesión, fue un verdadero paro pasivo, es decir sin asamblea u otra forma de participación o acción de los trabajadores. Esta es la forma que adoptan los paros de la burocracia que mantiene una negociación ultra secreta a espalda de los trabajadores, que no reciben ningún tipo de información.

El paro respondió al enorme malestar que anida entre los trabajadores y a que AMM va a elecciones gremiales este 7 de abril, en las que compiten dos listas de la burocracia. La pasividad del paro, asimismo, busca crear el menor impacto político posible al gobierno de Larreta. A pesar de AMM y FP, el paro logró colocar a la negociación en una crisis política.

La fuerte disparada de la inflación el mes de febrero y marzo ha colocado la proyección anual en más del 60% y ha bloqueado objetivamente la posibilidad de un acuerdo en el orden del 40-45% como viene cerrando el gobierno en todo el sector público. La negociación ha entrado en un impasse que sólo podría destrabarse con una progresión de las medidas de lucha, ya que no es una negociación entre iguales por lo que los trabajadores, frente al poder del gobierno, solo tienen su unidad y acción.

La burocracia médica -oficialista y opositora, aliados estratégicos del gobierno- ha buscado una coartada para desactivar la bomba de momento. A una semana de las elecciones, han establecido un acuerdo para no hablar más de la paritaria.

Este acuerdo tácito entre la lista oficial de Jorge Gilardi y la oposición de Rojo-Solari responde a un interés de clase común de fondo contra los trabajadores, histórico y presente. Sus acuerdos políticos y económicos con el gobierno de Larreta, la UCR, el gobierno nacional y el acuerdo del FMI, exige un brutal ajuste del gasto fiscal en subsidios a los servicios públicos, jubilaciones y salarios.

Si Rojo-Solari quisieran ganar no tendrían más que convocar a próximas medidas de fuerza con el conjunto de los trabajadores, realizar asambleas, fijar un programa de reclamo salarial de urgencia del 100% para recuperar lo que se ha perdido y la defensa de un salario mínimo igual al valor del costo de una canasta familiar hoy en 190 mil pesos y tomar la paritaria y el gremio en sus manos en los hechos.

Frente a este escenario, la nueva conducción de FP se ha declarado en “estado de alerta” marcando distancia de AMM. Han iniciado una campaña reclamando al igual que AMM una “recomposición salarial” y anuncia la posibilidad de ir a un paro de las mismas características del que se ha llevado adelante si AMM no hace “lo esperado”. Pero FP no plantea qué espera de AMM.

Tampoco plantea qué es una recomposición salarial como indica en su campaña. Marcando distancia, FP no rompe la línea de clandestinidad de la paritaria y plantea medidas de lucha aisladas que no profundizan la lucha ni la intervención de los trabajadores.

Por su parte, los trabajadores de las residencias y concurrencias de distintos hospitales y centros de salud realizaron este martes una jornada de visibilización, resuelta por su asamblea en el contexto del paro del 22 con un pliego de reivindicaciones propio.

Es fundamental rechazar este acuerdo tácito entre la burocracia y el gobierno que han postergado la paritaria para después, cuando los trabajadores seguimos con salarios de pobreza, como así también los despidos masivos de trabajadores contratados por pandemia en toda la ciudad.

Es necesario abrir la deliberación sobre el carácter de la actual crisis política y económica para abrir instancias democráticas entre los trabajadores como lo son las asambleas por hospitales y centros de salud. Frente al actual contexto se debe reclamar un aumento salarial de emergencia de 100% para recuperar lo perdido y defender un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar con una cláusula de indexación automática mensual.

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