Colonia Santa Rosa: muerte de un obrero rural

Escribe Violeta Gil

La patronal y el estado son responsables.

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Ocurrió el martes cuando un obrero rural en Colonia Santa Rosa, Orán, era trasladado por su patronal, junto a sus compañeros, en la caja de un camión. “Lo volteó una rama”, cayó, al parecer se desnucó y falleció en el acto.

Mientras el chofer del vehículo, otro obrero precarizado, está detenido, el encargado de la finca un tal Quiroga y el dueño de la finca, no se dieron por aludidos. Quiroga explota obreros rurales para la cosecha de citrus, en negro, al igual que todos los terratenientes del lugar. El silencio de la patronal y del municipio ante la muerte de un obrero presupone que están negociando su impunidad.

Los obreros rurales son trasladados como "animales" en camiones, son muy pocos los que viajan en colectivos. Con sueldos de 700 por jornadas de hasta 12hs de trabajo en el campo o en invernaderos, expuestos a altísimos temperaturas, sin viandas, ni agua.

El sindicato de trabajadores rurales negocia con los terratenientes dueños del campo y con el intendente el silencio absoluto, sobre el nivel de explotación al que someten a los trabajadores. No hay otra posibilidad que un cuadro de estas características prospere sin la complicidad del sindicato y del poder político.

El Intendente Mario Guerra, es garante de los negocios del monocultivo de la caña de azúcar y la soja en la expansión de la frontera agrícola. Los capitalistas que explotan la tierra de Colonia están eximidos del pago de impuestos.

La pandemia puso al descubierto que el conjunto del régimen político burgués sostiene esta situación. La cuarentena y la prohibición de circulación dictada por el gobierno, dejó varados a miles de obreros golondrinas en todo el país. Centenares de ellos eran obreros rurales de Orán y de Colonia Santa Rosa que cada año migran, desde muy jóvenes, a los campos de cosecha.

Los capitalistas dueños de los campos dejaron varados a los obreros sin los recursos para volver a sus provincias, sin el pago por la cosecha realizada y en condiciones de hacinamiento. El gobierno nacional y los gobiernos provinciales, entre ellos Gustavo Sáenz, premiaron a las patronales exportadoras con subsidios, créditos y exenciones impositivas, en nombre de la crisis. Como muestras del carácter de clase que defiende la burguesía, Sáenz acusó de criminal a un obrero rural que se escondió en un colectivo, desesperado para llegar a su hogar, y evitó controles sanitarios.

La actitud de los obreros y vecinos de Colonia fue la contraria, cuando llegaban colectivos con obreros golondrinas eran desinfectado por los obreros municipales, y trasladados a un albergue de la Iglesia, los vecinos y familias asistieron a los aislados con comida y ropa durante los días necesarios para evitar potenciales contagios en un municipio quebrado por la miseria.

El aparato del estado burgués con sus diputados y funcionarios otorga leyes que privilegian a los capitalistas exportadores que tuvieron ganancias extraordinarias en el marco de la pandemia y ahora con la guerra en Ucrania, que llevó los precios de las materias primas a valores históricos en el mercado mundial. Lo hicieron a costas de derramar la sangre de la clase obrera en sus fincas.

Estamos ante una barrera de clase. Los obreros que defienden sus vidas y la de sus familias, de un lado, del otro, los verdugos: terratenientes y todo el régimen político capitalista que privilegia el lucro capitalista a costa de la vida de nuestros compañeros.

Para que la muerte del compañero no quede impune y vayan al banquillo de los acusados los verdaderos responsables de la precariedad en la que los obreros rurales son explotados, queda planteada la necesidad inmediata de desarrollar asambleas en cada finca. Discutamos cuáles son las condiciones de trabajo que necesitamos para preservar la integridad física de todos los obreros, transporte, reducción de jornada, descansos, herramientas, indumentaria, vianda, pase a planta permanente, salario mínimo igual al costos de la canasta familiar, hoy no menos de 190 mil pesos.

El intendente debe hacerse cargo de todos los costos para la familia, además de su sostenimiento material porque era el sustento de su familia.

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