La nueva fase de lucha contra el asbesto

Escriben Ramón Acuña y Matías Cisneros

Tiempo de lectura: 3 minutos

Después de tres años de retención de tareas, el lunes 25 de abril, los obreros de Rancagua volvieron a las instalaciones del taller, pero se encontraron con todas las tuberías del viejo sistema de ventilación desarmadas y residuos desparramados por todas las instalaciones. Ante este hecho, habiendo demostrado la intención de volver al lugar de trabajo, pero al no tener garantías ni documentación certificada de saneamiento se retiraron. Hasta los afiliados a la UTA presentes, que no participan de la retención de tareas, se retiraron.

Para retornar a las instalaciones, los obreros habían puesto como condición la limpieza industrial y una obra de ventilación para el recambio del aire. La empresa cumplió con la limpieza industrial, pero demoró la obra de ventilación. La empresa pretendía que los obreros retomaran tareas en un lugar que parecía un festival de residuos cancerígenos. Entre las filas obreras más del 10% de los trabajadores del taller está afectados, hay un compañero al que le extirparon un tumor pulmonar y un muerto; en total, en el subte hay registrados tres muertos como consecuencia de la contaminación con asbesto.

La situación pasará a ser chequeada por la comisión de salud laboral del sindicato. Poniendo en conocimiento a los organismos estatales de medio ambiente (APRA) y la policía del trabajo ante el actuar unilateral de la empresa. Que de una obra que había estipulado en tres meses (el desarme) bajo actuaciones de protocolos, la empresa la realizó en tres días, contaminando las instalaciones que deberán pasar por una nueva limpieza industrial.

La retención de tareas en el taller Rancagua fue desarrollándose de menor a mayor. Durante un periodo fue acompañada por otros talleres de material rodante e instalaciones fijas. Además, apoyada por movilizaciones organizadas por el sindicato Agtsyp.

Se ha conquistado el reconocimiento de los afectados. Una comisión cuatripartita, que integran la patronal, el sindicato, el hospital Británico y la ART, los ha ingresado al Registro de Agentes de Riesgo (RAR) de la SRT. También se logró el lavado de ropa por parte de la empresa, el doble locker para no mezclarla con la ropa de calle, el inspeccionado de las instalaciones y formaciones, el desasbestizado de las formaciones total y parcialmente (dependiendo de los límites de cada modelo), el pago íntegro del salario a los afectados, la limpieza industrial. Restaba el cambio del sistema de ventilación para completar la fase, generando un precedente para el saneamiento de todo el subte y avanzar hacia el cambio de flota.

El desarme de las restricciones y protocolos de prevención del contagio Covid, dio pie a la empresa para presionar por la vuelta de los obreros al taller Rancagua (Línea B). Es que los obreros que se encontraban en retención de tareas en el comedor del taller por el saneamiento del contaminante, fueron licenciados por la empresa y enviados a sus hogares al principio de la pandemia.

Tráfico Línea C

Los obreros de tráfico resolvieron en asamblea no tomar tareas con las formaciones Nagoya 5000, las mismas que fueron desasbestizadas parcialmente, pero cuyo trabajo en paredes y pisos contaminados tiene la pintura de oclusión resquebrajada. Los obreros reclaman flota nueva libre de asbesto, pues tiene cuatro afectados –tres obreros y un supervisor-. Además, faltan varios compañeros que todavía no han pasado por los estudios médicos de detección de las afecciones. Potencialmente el número de afectados podría crecer.

Esta resolución de los obreros de tráfico de la C se vuelve un punto de apoyo para los tráficos B y E, que comparten el mismo reclamo de cambio de flota libre de asbesto. Un escrito con el presupuesto de Sbase (empresa del Gobierno de la Ciudad, dueña del subte) ha circulado entre los obreros. Allí figura la compra de 25 formaciones para la línea B. La pretensión de asegurar rápidamente el recambio da impulso al plan de lucha. Las asambleas evalúan el inicio de retención de tareas gradual por el triunfo de la misma.

Los afectados

Un comunicado de la UTA dio conformidad a la convocatoria de la empresa para retomar tareas en los lugares de trabajo a los afectados. La empresa citó uno por uno a los compañeros para decirles que los daban de alta, porque se encontraban bien, sin aclarar o certificar que los lugares de trabajo a los que debían retornar se encontraban libres de asbesto. Se sabe que Rancagua rechazó esta pretensión por asamblea e incluso, individualmente, varios afectados apoyados en el comunicado emitido por la Agtsyp. Sumar resoluciones de asambleas y definiciones de acción en el cuerpo de delegados puede apuntalar la lucha contra este atropello.

Las recorridas

Una autoconvocatoria de asambleas de base está cambiando el curso de “normalización post-pandemia” de la empresa. Es necesario apuntalarlo con recorridas de asambleas que tiendan puente entre ellas. La patronal ha tratado de vencernos lugar por lugar, por separado. Es hora de responder de conjunto. La empresa y el gobierno quieren ejercer un control de daños. Los trabajadores reclamamos salud pública.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera