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La conmemoración del 1 ° de Mayo mostró, aún mejor que los discursos, qué clase de frente es el Frente de Izquierda-Unidad.
En la provincia de Córdoba, el PO "explicó" las razones por las que el FIT-U no había realizado un acto único. Señaló que no hubo acuerdo en el orden que debían ocupar los oradores de cada partido en ese acto, y criticó el “criterio electoralista” de aplicar al caso los resultados de la última elección (donde el PO quedó último en las internas). Según el criterio electoral le habría tocado al MST el primer lugar, lo cual para el PO “es liquidacionista porque quedaría como primera fuerza un partido ampliamente oportunista que militó en contra del FIT en la mayoría del tiempo de su existencia”. El "criterio", entonces, no debía ser electoral. Siempre de acuerdo al PO, el PTS e IS “prefieren a un grupo que integró el juecismo durante largos años, que fue hostil al FIT y en forma abierta pretende su disolución política en un frente de colaboración de clases”. No se entiende entonces por qué integra el FIT-U, y no por qué debía cerrar el acto. El PO no explica por qué mantiene un frente con fuerzas que integraron el juecismo, sino que tampoco explica por qué fueron a una interna con esa fuerza, mientras rechazaban la participación del Partido Obrero (T). El MST cumplió en exceso, en realidad, las razones que llevaron al aparato del PO a aceptar la integración del MST, puesto que ganó la interna, aunque el resultado electoral en las generales fue malísimo.
En la provincia de Santa Fe, un comunicado del PTS, MST e IS denunció la política “hegemonista”, “ultimatista” e “inadmisible” del PO, que habría bloqueado un acto unitario el 1° de Mayo. El PO replicó que los denunciantes exhibían una actitud hostil hacia el movimiento piquetero. De paso, destacaron que en los últimos años “el desarrollo del Polo Obrero es la gran novedad en la izquierda en Santa Fe”. En este caso, la disputa del PO no es con el MST como en Córdoba, sino contra el PTS, y acusa a los demás partidos del FIT-U de “favorecer al PTS”. El PTS caracteriza que la batalla por el orden de los oradores es por la supremacía en las listas del FIT-U de cara a las próximas elecciones. El PO contraatacó asegurando que “de nuestra parte aclaramos no sería tomado como antecedente de ningún tipo”.
Más notoria fue la división en Jujuy, la metrópoli de las últimas elecciones, donde el PTS y el PO realizaron actividades por separado. El PTS jujeño realizó el 1ro de Mayo una actividad junto a la seccional de UATRE de Ledesma, con una campaña de donaciones de útiles escolares para los hijos de los obreros. El PO realizó un acto con Pitrola, que no había entrado en la terna de oradores de Plaza de Mayo.
En las provincias donde hicieron actos unitarios, y en CABA, el tema de la guerra no formó parte de las consignas convocantes, debido a la divergencia de posiciones sobre la misma dentro del FIT-U. El afiche de convocatoria del PO en Jujuy, sin embargo, tampoco tenía consignas contra la guerra desatada por la OTAN, aunque era un acto en solitario. Queda claro que la mención a la guerra que hizo Gabriel Solano en Plaza de Mayo fue parte de una disputa faccional del FIT-U, no una delimitación política.
Es claro que, desde un punto de vista político, no como una sumatoria de votos, el FIT-U es un "cadáver insepulto".
