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Alperovich fue finalmente procesado en la causa por abuso sexual agravado a su sobrina y ex colaboradora de su espacio político. El hecho había provocado una conmoción política en tanto el ex gobernador por 11 años y ex senador es un emblema de la impunidad en la provincia. Fue responsable del encubrimiento del crimen todavía impune de Paulina y el que orquestó el copamiento de fiscales y jueces adictos al poder político. También fue socio del clan Ale involucrado en el secuestro y desaparición de Marita Verón.
En la indagatoria, que tuvo lugar el 20 de abril, Alperovich negó las acusaciones y planteó que era víctima de un plan para alejarlo del escenario político. Sus socios del PJ y del gobierno provincial guardaron absoluto silencio en todo este tiempo y le aceptaron una licencia indefinida de la banca en el Senado. El juez Rappa resolvió el procesamiento luego de tres pedidos de indagatoria realizados por los fiscales de la causa. Con Alperovich sin fueros el magistrado ya no tenía más escusas.
Claramente se llegó a esta instancia como resultado de la tenacidad de la joven que sostuvo la denuncia y del movimiento de mujeres contra la impunidad desde un primer momento. Se trata de un delito de poder, que no podría haber ocurrido sin complicidades políticas.
Esta resolución abre la perspectiva de una condena y que avance la investigación en la causa por la responsabilidad de Alperovich en el encubrimiento del crimen de Paulina Lebbos.
