El aparato del PO y la huelga docente salteña

Escribe Julio Quintana

Tiempo de lectura: 3 minutos

La huelga de la docencia salteña ha puesto en evidencia, el abandono de posiciones clasistas y combativas por parte del aparato oficialista del PO y sus seguidores salteños. Lo demostró su adaptación sin límite a los delegados afines al gobierno que oficiaban de dirección del movimiento.

Seguidismo

En vez de combatir la campaña macartista del gobierno y sus agentes contra Tribuna Docente y el PO, en yunta con los delegados burocráticos, increparon a nuestros compañeros por repartir sus volantes que fijaban posiciones ante los desafíos de la huelga, e incluso exigieron que bajemos nuestras banderas. Estas campañas macartistas las había sufrido el PO en el pasado, cuando las respuestas de Del Plá, López y Foffani era combatir la violencia contra la democracia sindical. Vergonzosamente, evitaron fijar posición ante el intento de desconocer a los delegados departamentales de capital, primero, y Orán después. Actuaron como lo hacen en el Partido Obrero, violando la democracia interna, expulsando militantes y desconociendo el derecho a actuar como una tendencia – sólo que en Salta y en la docencia son absoluta minoría. El empuje del activismo de base y la lucha democrática de Tribuna Docente impidió que avance este macartismo.

Ya desde el inicio de la segunda semana de huelga, en la asamblea provincial del lunes 9, mocionaron una contrapropuesta sin especificar si la huelga debía continuar o levantarse. Al día siguiente, hicieron suyo el latiguillo de que la huelga se estaba desgranando y que la pandemia de coronavirus planteaba su levantamiento. Es lo que defendieron después en una asamblea improvisada de capital y en la asamblea provincial del 14. Bien mirado, querían levantar la huelga antes de que se suspendieran las clases, o sea que convocaban a ir a las aulas en tiempos de pandemia

Su “balance" de la huelga en Prensa Obrera busca presentar el levantamiento que ellos promovieron como una victoria parcial. Esgrimen que se obtuvo el compromiso de una titularización anual por decreto, sin decir que había sido acordada con la intergremial docente, para presentarlo como una oferta adicional a los autoconvocados. También, embellecen el acuerdo salarial firmado con esta misma burocracia, aunque a la par deban reconocer que fue rechazado.

Su “balance” reivindica que el “espíritu” de la votación fue el de “suspender el paro para preservar la continuidad de la asamblea”, pero ésta no estaba amenazada por nadie, salvo que así se entiendan las críticas del activismo combativo a los delegados afines al gobierno. Igualmente es falso que haya promovido el levantamiento para “evitar una disgregación de la medida”, ya que sus intervenciones, al igual que la de los delegados burocráticos, presentaban unilateralmente a la huelga como ya desgranada. Para ello citan la baja asistencia a la última asamblea provincial, sin denunciar que la dirección del cuerpo de delegados torpedeó el paro durante toda la semana y que las bases le tenían una enorme desconfianza. Tampoco denuncian que estos delegados se negaron hasta el final a convocar a asamblea y sólo lo terminaron haciendo el viernes 13 a última hora, impidiendo la participación de las bases del interior. Nada de esto es denunciado porque esa fue la orientación del aparato del PO.

Aprovechando la volada, éste trató de colocar al movimiento que ayudó a desinflar detrás de una acción parlamentaria de Claudio Del Plá por la derogación de la ley anti huelgas 6.821.

Autoproclamación

El “balance” del aparato nacional del PO se esfuerza por autoproclamarse como la “única" Tribuna Docente. Pero muy a su pesar, al conjunto del activismo combativo le ha quedado claro su desbarranque y que han abandonado una referencia histórica que alguna vez supieron construir.

Su acusación de que los niveles de acatamiento provinciales presentados por Tribuna Docente, no tenían “ninguna relación con los debates que se desarrollaban en las escuelas”, refleja más bien un esfuerzo para dar un lugar determinante a ciertos debates en capital, único departamento donde militan, y que de todos modos mostraban una enorme desconfianza en una dirección conservadora que ellos defendieron en la última asamblea provincial. Del mismo modo festejan la abstención de uno de los delegados de Orán, departamento que traía como mandato la continuidad del paro.

El aparato nacional del PO, representado en Salta por Del Plá, López, Foffani y cía, tuvo que disciplinar al puñado de luchadoras de capital que se fueron con ellos del PO salteño, para que jueguen un rol absolutamente reñido con su propia historia de lucha. En contraposición con este desbarranque, un importante sector del activismo ha valorado aún más la intervención de los compañeros y compañeras de Tribuna Docente y el PO salteños, en tanto abre un curso de salida a la enorme crisis de dirección de la docencia salteña.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera