Veterinaria: la re-elección del Decano

Escribe Natalia G.

Tiempo de lectura: 2 minutos

Finalizadas las elecciones estudiantiles se realizó la elección de Decano en Veterinaria, donde fue reelecto Alejo Pérez Carrera con el apoyo de profesores y graduados.

Previo a su primer mandato como decano, Pérez Carrera fue director de la Escuela de Posgrados (arancelados), la ´cuna´ de la privatización en FVet. Allí se cocina el negocio de los posgrados pagos, que creció exponencialmente en los últimos años. Más aún, luego de la reforma del plan de estudios de la CoNEAU, donde se recortaron del grado más de 50 materias que fueron a parar a cursos de posgrado, fomentando así la generación de recursos propios en la universidad.

El Decano es el máximo responsable del vaciamiento y recorte que vivimos en la facultad. En estos años de pandemia y vuelta a la ´normalidad´ impulsó una política de arbitrariedades contra estudiantes y trabajadores de la Universidad. En la virtualidad, la facultad no brindó computadores ni conectividad a estudiantes y docentes, y se cancelaron durante un año las mesas de final. En la presencialidad impuso restricciones, correlatividades y la comisión 99. Además, se pusieron decenas de trabas a los estudiantes para ingresar al Ciclo Superior. Volvimos a clases sin las condiciones edilicias adecuadas: caminos en mal estado, baños clausurados, fallas en la luminaria de la biblioteca y en la galería del Pabellón Central. Como si fuera poco, las autoridades decidieron cerrar la cátedra de Fauna, lo que ha despertado un fuerte rechazo del movimiento estudiantil y docentes, con un pronunciamiento de más de 1.400 firmas.

Un consejo antidemocrático y clandestino

La sesión extraordinaria para la elección de Decano se hizo en forma clandestina, convocando a los consejeros con pocas horas de anticipación, a espaldas del movimiento estudiantil y docente. Los consejeros que responden al decano acordaron previamente quién sería el candidato, sin hacerlo público. Quedó en evidencia cómo ´apuraron´ las elecciones estudiantiles para pasar a votar rápidamente al decano. Una mayoría de profesores y graduados decide quién va a dirigir la facultad de manera antidemocrática, ya que los estudiantes somos minoría en el Consejo, los docentes no pueden elegir representantes y los no docentes no tienen voto.

La consejera estudiantil de La Tropilla se abstuvo de la votación, mostrando un apoyo tácito a la gestión para mantener un ´canal de diálogo´, es decir, posibles acuerdos que nada tienen que ver con las necesidades del movimiento estudiantil. Las consejeras estudiantiles de Evet votaron en contra de la elección de Pérez Carrera, pero sin mostrar, una vez más, perspectiva alguna para el movimiento estudiantil. Por caso, no llamaron a ninguna asamblea ni convocaron al cuerpo de delegados para rechazar esta reelección fraudulenta. Así han abordado todos los problemas durante la pandemia y en la presencialidad. El CEV no es más que un sello utilizado por Evet.

Para enfrentar la privatización y el vaciamiento en veterinaria, como es el caso del cierre de la cátedra de Fauna, es fundamental reforzar la intervención estudiantil y organizarnos poniendo un pie enn espacios de deliberación estudiantil independiente.

La democratización de la universidad plantea una reconfiguración general de la misma, que irá de la mano de la discusión de estudiantes y trabajadores sobre su funcionamiento y planes de estudios, que estén a la altura de las necesidades sociales y ambientales que enfrenta la humanidad.

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