Córdoba: el triunfo de la toma del Zípoli

Los estudiantes del instituto superior de educación artística-musical “Domingo Zípoli” tomaron el edificio el martes pasado para reclamar la validación del título y por las condiciones deplorables del mismo. Al día siguiente, el ministerio de Educación de la provincia dio respuesta positiva a la validación de los títulos de los estudiantes, y un plan de obras para la infraestructura del edificio.

Los estudiantes reclamaban una validación que los habilitaría a dar clases como docentes titulares en nivel inicial, primario, secundario y especial. A partir del 2020, por una reforma del estatuto docente (ley 10.729) de la provincia de Córdoba, sólo quedaban habilitados para ejercer como docentes suplentes. Con respecto al reclamo por la mejora de las condiciones edilicias, los estudiantes denunciaron: “El colegio se cae a pedazos y esto no sólo afecta el dictado de clases sino que también pone en riesgo la vida de todos los estudiantes, docentes, padres, personal de limpieza y todo aquel que pise nuestra escuela” (comunicado de los estudiantes del Zípoli).

La toma del Zípoli es un reflejo de la situación educativa que atraviesan Córdoba y el país entero. Aulas abarrotadas, en condiciones precarias, baños clausurados o abiertos pero con condiciones de infraestructura y sanitarias paupérrimas, es el resultado de un vaciamiento constante a la educación pública, escuelas y universidades, que sigue creciendo día a día. La asamblea y la acción directa fueron los métodos para defender el derecho a la educación pública. Es necesario continuar por este camino para poner sobre la mesa un plan de lucha con la capacidad de hacerle frente al ajuste de los gobiernos provinciales y nacionales que llevan adelante la agenda económica del FMI.

Hacemos llegar nuestro saludo y solidaridad a estudiantes, docentes y no docentes del colegio Zípoli, que con lucha y organización han conquistado una respuesta positiva a sus demandas.

Necesitamos asambleas independientes generales en la UNC y en todas las instituciones educativas en pie de lucha, donde confluyan estudiantes, docentes, no docentes de todas las facultades y carreras, para defender la educación pública y luchar por mejores condiciones edilicias.