Tiempo de lectura: 2 minutos
Los estudiantes y docentes de enfermería de la UNT vienen dando una gigante batalla en la pelea por transformar a la escuela en facultad, con su autonomía y presupuesto.
Este lunes 6, cuando se cumplían 10 días de la toma del edificio, patotas de la UNT irrumpieron a primeras hora de la mañana para poner fin a la ocupación del edificio.
Encabezados por una fracción de las autoridades designadas a dedo por el decano de la Facultad de Medicina, Mateo Martínez. Ingresaron de manera sigilosa y sorpresiva para despertar en la oscuridad, con amenazas y aprietes, a los estudiantes que allí dormían para provocar temor y el desalojo, llegando a golpear y a encerrar en el baño a una estudiante.
La respuesta no se hizo esperar. En pocas horas llegaron los docentes agrupados en ADIUNT y numerosos estudiantes, desarmando en poco tiempo el operativo desalojo.
Los hechos rápidamente ocuparon los medios y las redes. Ocurre que la lucha ya había alcanzado una altura que había desbordado a las autoridades. Muestra de ello fue la gran movilización del sábado 4, cuando más de 2.000 personas se movilizaron acompañando a los docentes y estudiantes en una caravana que fue desplegando una intensa agitación de casi cuatro horas por el centro tucumano. Partiendo desde la escuela ocupada y culminando en la plaza Independencia, la marcha fue recorriendo hospitales y centros de salud, llamando a los trabajadores de los mismos a sumar su apoyo.
Asimismo, la preparación de la jornada ha retomado las mejores tradiciones del movimiento estudiantil. Se armaron piquetes que levantaron los exámenes carneros y sumaron a los estudiantes a la ocupación, también se organizaron volanteadas callejeras, clases públicas, recorridas en los hospitales y pasadas por la mayoría de las facultades solicitando apoyo. Una delegación también se hizo presente en el NiUnaMenos. Y todo en el breve lapso de tres días.
Este enérgico despliegue contrasta por completo con las direcciones de los centros de estudiantes que no han pasado siquiera a dejar un paquete de yerba de contribución y apoyo a la toma. Los autoproclamados “progres” del MPE (fracción del PJ) ya son repudiados dentro del activismo.
Esta lucha ha actuado como un resorte de los reclamos de los enfermeros que sostienen el sistema de salud y es por esto que ha abierto una gran red de solidaridad. Se está impulsando un petitorio de apoyo a los reclamos que ya tiene más de 15 mil firmas reunidas en menos de una semana.
Desde el rectorado han llamado a formar una comisión tripartita donde presentaría una propuesta a la asamblea estudiantil después del fallido desalojo. La condición que pone el rectorado es que se levante la toma. Hay gato encerrado. Es una propuesta tramposa. Se puede dialogar sin que se levante la toma. En cualquier caso, ya se ha convocado a una asamblea que va a considerar la propuesta pero un reclamo se ha hecho carne y es el pedido de renuncia de las autoridades que perpetraron el operativo desalojo.
Los estudiantes de enfermería marcan el rumbo a todo el movimiento estudiantil tucumano.
