Escribe Elena Florín
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Ayer -13 de junio- se llevó a cabo la primera parte de la Audiencia Pública por la revisión tarifaria del Transporte Urbano de Pasajeros. La empresa reclama un aumento del 112% lo que llevaría el boleto de $62 a $132. La Carta Orgánica municipal establece que el gobierno debe llamar a Audiencia Pública para debatir el aumento, aunque ésta no es vinculante. Recién después el gobierno resuelve otorgarlo a la empresa y perjudicar a los usuarios. Los trabajadores que usan el transporte tienen ingresos que no llegan a la línea de pobreza, calculada en cien mil pesos, Una inflación que llegará al 100% anual y una carestía que no cesa.
La Audiencia reunió en la Sala de Prensa del Municipio a cien personas, de los cuales veintisiete eran oradores. Por el gobierno concurrieron un funcionario de Transporte de segunda línea y una abogada recientemente integrada al plantel del municipio. No estaban el intendente ni la responsable del Transporte de Bariloche.
Apenas comenzó la alocución del responsable de Mi Bus, que se quejó de la inflación, del aumento de los salarios de los choferes y de la distribución de los subsidios, los vecinos lo interrumpieron para contar las penurias de viajar en los colectivos rotos, con cubiertas lisas que revientan, sin calefacción, con puertas y ventanas que no cierran, hacinados, con muy bajas frecuencias y recorridos que no son los que necesitan los trabajadores.
Al preguntar si la Audiencia estaba siendo transmitida en vivo como es la norma en estos eventos, respondieron que no. Entonces la audiencia se convirtió en una verdadera asamblea que discutió y votó exigir la suspensión de la reunión, pasar a un cuarto intermedio tal como lo prevee un artículo de la norma que regula el desarrollo de las audiencias. La demanda era la transmisión en vivo para que toda la población tuviera conocimiento del debate y que estuvieran los responsables del Transporte.
Fue una verdadera pulseada entre los vecinos y el gobierno en la figura de estos dos funcionarios que se negaban a dar el cuarto intermedio.
El aumento del boleto es impagable. El gobierno lo sabe. Por eso quiso convertir esa audiencia en un mero trámite administrativo. El logro de la suspensión se vivió con toda justeza como un triunfo.